El torero Vicente Ruiz, El Soro, de 57 años, recibió el alta ayer a última hora de la tarde tras dos semanas ingresado en el Hospital Clínico de València tras una gravísima sepsis que hizo temer por su vida: "Tengo muchas ganas de vivir, pero entré en la UCI con un shock séptico que provocó un fallo multiorgánico que paró el páncreas y los riñones. En el parte médico pone resucitación del paciente", manifiesta el torero de Foios desde su domicilio familiar con una voz animosa y serena que recuerda al Soro más auténtico, ese capaz de volver a torear con una prótesis biónica después de más de 30 operaciones en la misma rodilla y más de 10 cornadas en la misma pierna.

"Ahora ya me ha remitido la fiebre y la bacteria que tenía en la rodilla ya ha desaparecido porque se me retiró la prótesis, pero los días que pasé en la UCI fueron muy duros. Me llegué a despedir de todos mis familiares, de mis hijos, de mis hermanos, de mi mujer, pero he toreado a la muerte una vez más", apunta el histórico torero valenciano.

"Había preparado mi entierro, me habían dado la extremaunción dos veces pero como hizo Cristo con el milagro de Lázaro, me he levantado de nuevo", explica. Ahora la incógnita viene por parte de la prótesis: "No soy partidario de ponerme una nueva prótesis porque sería abrirle la puerta, de nuevo, al riesgo", cuenta el diestro de Foios, quien tiene su pierna izquierda reconstruida mediante expansores tisulares.

Sobre su salida del hospital, el maestro valenciano expresa "que volví a sentir el cariño de la gente, los coches bajaban la ventanilla y me gritaban: "Força Soro, qué grande eres", y eso me ayuda mucho a salir adelante".

El Soro también manifiesta que "estaré eternamente al doctor Silvestre, jefe de Traumatología del Hospital Clínico y especialista en Cirugía Ortopédica; a la doctora Arnanu, su segunda de abordo; y a Pedro Cavadas, que me ha llamado todos los días para interesarse por mí", concluye.