La Fundació Per Amor a L'Art (FPAA) ha presentado esta mañana en su centro de arte Bombas Gens dos nuevas exposiciones de la Colección Per Amor a l'Art: "Hiperespacios", que reflexiona acerca de la relación entre las arquitecturas y espacios imaginarios y el arte contemporáneo, y "Botánicas", que crea en las salas un jardín interior conectado con el del exterior del edificio. Según Susana Lloret, vicepresidenta de FPAA, "Siempre hemos entendido que el jardín de Bombas Gens tenía que ser una sala más del museo, en la que el arte salía al encuentro de la naturaleza a través de una escultura site especific de Cristina Iglesias que, precisamente, se titula así, 'A través'. Pues ahora, con 'Botánicas', el jardín también entrará en el museo".

El asesor de la colección, Vicent Todolí, ha explicado que "en estas dos muestras se han buscado dos nuevos hilos conductores para seguir presentado la colección. El primero de ellos, el botánico, surge con la adquisición de varias obras con motivos vegetales de Imogen Cunningham de los años 20 a las que se le sumarían otras piezas de la época firmadas por Karl Blossfeldt o Albert Renger-Patzsch. Buscaban la abstracción de las plantas, el arte que crea la naturaleza€ y nosotros hemos reunido sus obras y las de otros autores posteriores y hemos generado un diálogo entre ellas".

El resultado para Nuria Enguita, directora de Bombas Gens y co-comisaria de las exposiciones, "es una interesante selección de series fotográficas que muestra distintas maneras de representar el mundo vegetal. Y es que la ciencia botánica y la fotografía han ido de la mano desde la aparición de esta última".

Según ha asegurado Carles À. Saurí, co-comisario de la exposición, "a través del jardín de plantas fotografiadas de esta colección se puede observar cómo la representación de una planta puede fluctuar desde la proyección de su forma plástica hasta la observación científica de su especie. En la exposición encontraremos enfoques estéticos como el de Cunningham mezclados con las visiones más analíticas de Renger-Patzsch o Blossfeld, la mirada kitsch de Hans-Peter Feldmann, el trabajo del collage de Alessandra Spranzi, los viajes de Pierre Verger o la obra-instalación de Jochen Lempert, que diluye los límites entre la representación botánica y un lenguaje personal".

"Hiperespacios" toma su nombre de la ciencia ficción. Alude a una cuarta dimensión a la que según Todolí ya se apelaba en el cubismo o en los postulados de André Bretón sobre el arte abstracto, y que en la actualidad encontramos subyacente en películas como "Interestelar". "Sería la creación de otra realidad y la posibilidad de viajar con la mente a estos espacios ficticios lo que propondría esta exposición", apunta el asesor.

Esta muestra de arte abstracto del siglo XXI reúne las piezas más contemporáneas de la colección, la mayoría de ellas firmadas por mujeres. Según Nuria Enguita, "desde la pintura, la escultura, el dibujo, las construcciones arquitectónicas, las instalaciones o la fotografía, se ofrece una experiencia estética, conceptual y sensible, poniendo a prueba nuestra percepción del espacio y planteando nuevas formas de pensarlo".

Para Julia Castelló, co-comisaria de la muestra, "la selección de obras expuestas repiensan y redefinen la arquitectura en diferentes soportes y estilos. Encontramos el tejido de Teresa Lanceta, los campos de color de Pedro Cabrita, la materialidad de Carlos Bunga, la organicidad de David Reed, las escrituras de Irma Blank, el grafismo de Roland Fischer o la superposición de planos de Heimo Zobernig. Y en el terreno afectivo y simbólico contamos con la memoria de Patricia Gómez y María Jesús González, la ruina en la obra de Ángela de la Cruz o la transformación de la arquitectura de El Último Grito".