Julio Iglesias, el rey de la canción ligera internacional, el último héroe romántico, el truhán y el señor, el de los memes de «y lo sabes», regresa ocho años después para actuar en València. El cantante anunció ayer que volverá a la Plaza de Toros de València para un concierto que forma parte de la gira por su 50 aniversario en el mundo de la música. Una gira que inició en 2018 en Uzbekistán -no en vano sigue siendo el cantante español más universal-, y que le ha llevado también a lugares como Dubai, Sidney o Londres. Conciertos en medio mundo menos, hasta ahora, en España.

El regreso de Julio Iglesias para una gira de conciertos en su país dará comienzo el 5 de agosto en el Marenostrum Festival de Fuengirola, continuará en Chiclana y el Teatro Romano de Mérida y recalará en València el martes 1 de septiembre. De momento, su gira española termina el 5 de septiembre en Córdoba. Las entradas para el concierto de Julio Iglesias en el coso de la calle Xàtiva se pondrán a la venta el 21 de febrero.

La última vez que el cantante madrileño ofreció un concierto en València fue en el año 2012 en el auditorio del Palau de les Arts. Fue un 8 de julio de 2012 y unos días antes el juzgado de instrucción número 19 de València, que dirigía la investigación por el conocido como Caso IVEX-Julio Iglesias, citó al artista para que el día 10, a las diez de la mañana, declarara como testigo. El juez solicitó a la Policía que procediese a buscar al cantante para entregarle la citación.

El artista contratado por la Generalitat de Eduardo Zaplana para promocionar los productos valencianos en el mundo a cambio de seis millones de euros libres de impuestos —según el contrato «b» revelado por este diario y escondido a las Corts, la opinión pública y a la Agencia Tributaria— aseguró días antes a través de un portavoz que no tenía nada que ocultar: «De lo contrario no actuaría en el Palau de les Arts de València», auditorio que está localizado, además, justo enfrente de la Ciudad de la Justicia, que alberga, entre otros, el juzgado de instrucción número 19.

Finalmente Julio Iglesias cantó ante un público que no llenó del todo el auditorio (en el que caben unas 1.500 personas) pero que se mostró entregado con el cantante. «Hace tantos años que me faltaba venir a Valencia; siempre es bonito volver a una tierra querida», dijo el artista. «El pueblo valenciano es bello, con una identidad perfecta», añadió.

Al día siguiente de aquel concierto, el juez de instrucción suspendió la comparecencia de Julio Iglesias al comprobar que el cantante había declarado mayo ante la autoridad judicial competente en la República Dominicana, en una comisión rogatoria. Efectivamente, y tal como se supo unos meses después, el artista admitió ante el juez dominicano que le interrogó por el caso IVEX que cobró íntegramente los seis millones de euros del contrato. Mil millones de pesetas libres de impuestos frente a los 375 millones que el Consell de Zaplana dijo que había abonado a Iglesias por ejercer de embajador comercial de la Comunitat Valenciana.

Un hijo valenciano de 43 años

La verdad es que, tras varias décadas de gloria e incluso de casi llenar estadios -ese concierto en 1997 en Mestalla, lugar en el que ya había actuado en 1983 y al que asistió en 1996 como invitado a un miting de José María Aznar-, en los últimos años la Comunitat Valenciana le ha dado al Quijote que se olvidó de vivir por el amor de una mujer más disgustos que otra cosa, al menos por el lado judicial. El último fue en julio pasado año cuando el Juzgado de Primera Instancia número 13 le atribuyó la paternidad del valenciano Javier Sánchez Santos, de 43 años, sentencia que el cantante recurrió en septiembre.

Pero desde que actuó por primera vez en la ciudad a finales de los 60, justo después de ganar en el Festival de Benidorm, València siempre ha sido una plaza fuerte para el cantante. Después de su famosa actuación en Mestalla en 1997 (Iglesias aprovechó esa cita para reunirse horas antes con Zaplana y hablar con él sobre su labor de promotor internacional de la Comunitat Valenciana), el artista volvió a cantar en junio de 2001 en otro concierto multitudinario en la Plaza de Toros. Ese mismo año, Iglesias fue la estrella internacional más rutilante de la programación de la Fira de Xàtiva.

En 2003 Iglesias protagonizó un momento irrepetible (sin duda para los ayuntamientos eran otros tiempos) cuando actuó en Riba-roja, en el cauce del Túria, ante miles de vecinos que disfrutaron gratis del concierto solo por el mero hecho de estar empadronados. Aquel evento lo costearon varias empresas de la localidad, según aseguró entonces el gobierno local del PP. La última vez que la Plaza de Toros de València acogió una actuación de Julio Iglesias fue en agosto de 2009.