Francis Montesinos consiguió, una vez más en sus cincuenta años de historia, asombrar al público con un desfile conmemorativo en el que combinó piezas icónicas con algunas nuevas confeccionadas para la ocasión. Su as bajo la manga fue la actuación del bailarín Nacho Duato, que reapareció tras diez años con una actuación que cerró el desfile ante un público entusiasmado. Además, un grupo de músicos encabezado por el compositor y flautista flamenco Óscar de Manuel interpretó en directo su relectura de Carmen para acompañar al bailarín en su improvisación a lo largo de la pasarela en la que no faltaron vestidos y camisas de estampados de ciudades (el Micalet hermanado con la torre Eiffel), de flores y vestidos veraniegos.

«Todo lo que se haga en València me encanta, y si es para Francis, que lo adoro y es uno de los mejores diseñadores que ha parido España, mejor -afirmaba Duato en declaraciones a este periódico en el «back stage» minutos antes del desfile-. Pero me duele la espalda, ya tengo 63 años», bromeó.

Por su parte, Francis Montesinos se mostró muy contento por estar en el festival. «Ya era hora que esto se recuperara, está muy bien la fórmula, es algo nuevo y que nos desmarca de las fashion weeks», comentó.

Horas antes, las creaciones de los estudiantes de la EASD inauguraron la pasarela con diseños llenos de personalidad donde el color blanco destacó por encima de todos. Acto seguido, recogió el testigo Agatha Ruiz de la Prada, generando un gran contraste con sus diseños llenos de colores vivos y estampados de todo tipo. Los icónicos corazones cobraban protagonismo colocados sobre las cabezas de todas las modelos. Un show lleno de alegría en el que todas las modelos salieron sonrientes, probablemente por petición de la propia diseñadora. De fondo, las canciones latinas del momento mantenían arriba en ánimo de todo el público.

Anel Yaos se hizo con la pasarela en un show breve en el que destacaron las superposiciones, los estampados geométricos y las prendas oversize. El diseñador jugó con los contrastes combinando colores neutros con toques llamativos en los complementos como sombreros, cinturones o corbatas. Puso punto final al desfile un vestido negro largo de tela transparente con dos grandes lazadas rosas a ambos lados a modo de tirantes.

Las mascarillas, que cada vez cuentan con más adeptos en las calles de las grandes ciudades europeas, fueron el hilo conductor de toda la colección de Visori. Abrió su desfile con tres diseños de tela vaquera para continuar con looks monocolor, en tonos verde caqui, marrones y negro que recordaban a uniformes de camuflaje. El rojo y el blanco también se dejaron ver sobre la pasarela, mezclados con otros conjuntos como vestidos de fiesta combinados con botas altas de material reflectante o un chaleco de lana.

«Harajuku Kids» es la colección hizo arrasar a Dominnico en la pasarela del Hemisfèric. Zapatillas XXL, coletas postizas de color rosa y blanco, mucho tul y Rosalía de fondo fueron los ingredientes perfectos para un show inolvidable. Los colores pastel, en especial el rosa bebé, inundaron la pasarela intercalados con algunos diseños en tela reflectante. El diseñador que ha conquistado a estrellas de Hollywood cerró el desfile con un abrigo muy voluminoso de tela reflectante con el cuello de pelo verde abultado.

Miquel Suay, bien conocido en la ciudad por sus trajes, inició el desfile con ropa ready to wear, de inspiración deportiva. Utilizó colores neutros y oscuros, negro, gris y burdeos. Tras esto, era el turno de los trajes, que los reinventó llevándolos al terreno de la pasarela. En ellos destacaban grandes parches y cremalleras con el nombre de la marca. La moda fallera también se hizo notar con abrigos y chaquetas de flores. Parejas de modelos con trajes para chico y para chica a conjunto cerraron el desfile.

Chefs y moda «digital»

A lo largo de la mañana, diseñadores y chefs unieron fuerzas para crear platos inspirados en las colecciones. Javier Soria, diseñador de Visori, se puso ante los fogones de la mano de la cocinera María José Martínez. Agatha Ruiz de la Prada hizo lo propio junto a Bernd Knöller y Miquel Suay con Nicolás Román.

«Las influencers y la digitalización han hecho posible la democratización de la moda», aseguraba la periodista de Levante-EMV Susana Golf en una charla con la que dio comienzo la segunda jornada del Clec. Junto a ella, otras tres profesionales: la exmodelo e influencer Mayte de la Iglesia, la topmodel Marta Ortiz y Elena Giménez, directora de comunicación de Juan Vidal, compartieron opiniones en una charla sobre comunicación y redes sociales. Hablaron sobre cómo éstas han cambiado el día a día del trabajo de periodistas, gabinetes de comunicación e incluso de modelo. «Me obligaron a abrirme una cuenta de Instagram cuando empezó el boom. Teníamos trabajos de modelo pero también incluía el pack de influencer, teníamos que desfilar y también retransmitirlo en las redes sociales», comentó la modelo valenciana.