Provisto de un sombrero negro, una barba larga y un chaleco, Brian Azzarello, el guionista de uno de los personajes más aclamados del «universo DC» hizo entrada ayer en el Salón del Cómic de València haciéndose paso entre los cientos de personas que aguardaban su llegada. No todos pudieron entrar en la sala de conferencias que lo acogió para hablar de héroes y villanos en el noveno arte. Comenzó fuerte. «La maldad es lo más banal que hay. De hecho, es más banal en la realidad que en los cómics», aseguró Azzarello. Él fue quien escribió las excentricidades del villano de Batman en el cómic Joker (DC) junto al dibujante argentino Lee Bermejo. El espíritu de la obra inspiró la aclamada película protagonizada por Joaquin Phoenix. «Las películas han llegado al nivel de lo que queremos hacer en los cómics de superhéroes y me parece genial porque a los guionistas nos obliga a hacer historias mejores y a centrarnos en la profundidad del personaje. No estoy nada de acuerdo con Martin Scorsese», aseguró entre risas, ya que el director de El irlandés llegó a afirmar que las películas de superhéroes «no eran cine».

Azzarello conversó frente al público del Salón de Feria València con Enrique Carbonell, psicólogo criminalista y secretario del Instituto Universitario de Criminología y Ciencias Penales de la Universitat de València. «Los villanos son la parte más interesante de las historias. Batman, por ejemplo, es un tipo oscuro que tiene dinero y que va de justiciero. En cambio, el Joker es un tipo que busca el disfrute y que es irreverente. ¿Cómo alguien no va a sentirse atraído por este personaje? Además, todos tenemos un lado oscuro que intentamos reprimir», aseguró Carbonell.

Azzarello, por su parte, explicó que «los cómics funcionan al revés que la realidad». «En la historieta, primero aparece el héroe, y después el villano. No hay Joker sin Batman. Sin embargo, en la realidad, nuestros problemas siempre comienzan con un villano». Respecto a la figura del antihéroe, formula que explora Todd Phillips en la película Joker, el guionista fue tajante. «Nadie quiere que un villano se convierta en héroe en la ficción. El terrorista tiene que seguir siendo terrorista». Azzarello también saltó a la fama por la serie de cómics 100 Balas (Vértigo) y por escribir las aventuras de Wonder Woman.

Por su parte, Carbonell ahondó en el perfil vengativo del villano de DC. «El psicoanálisis ha solido dominar en la tradición americana, y eso se nota también en los cómics, donde todos los villanos arrastran infancias desgraciadas. De adultos tienen la necesidad de redimir su frustración con otros», explicó. Aunque Azzarello aclaró que «los orígenes del Joker no están claros», ni siquiera podemos estar seguros de lo poco que sabemos del personaje. «Cuando el Joker está en la consulta del psiquiatra no se mueve el reloj. No pasa el tiempo. ¿Quiere decir eso que lo que sucede en la película solo ocurre en la cabeza del personaje?», reflexionó el guionista, que además añadió: «Muchos espectadores y lectores de cómics no ahondan en el origen del personaje porque es duro darse cuenta de que ellos también son humanos. Los asesinos en serie, por ejemplo, no tienen superpoderes. Sin embargo, como humanos, son capaces de hacer lo que hacen».

Nuevos superhéroes

Respecto a las nuevas tendencias del noveno arte, Azzarello aseguró que no entiende la «motivación de los superhéroes de hoy en día». «'Conquistar el mundo' ¿Qué significa eso? ¿Y luego qué? Las motivaciones de Batman sí que son comprensibles. Él quiere pararle los pies al Joker, que quiere robar un banco». «Ahora tenemos un villano en la Casa Blanca. Él quería conquistar el mundo y ya se ha dado cuenta de que es mucho más difícil de lo que creía», bromeó Azzarello refiriéndose a Donald Trump.

«Si el Joker pudiera disparar a alguien en la actualidad ¿a quién sería», preguntó uno de los asistentes. «Él ya sabe quién es», bromeó Azzarello haciendo referencia nuevamente a Trump.