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Música

Chick Corea : "Thelonious me inspiró la libertad y Miles me impulsó a hacer mi propia música"

El histórico pianista lleva esta noche junto a Christian McBride y Brian Blade su visión más clásica del jazz al escenario del Palau de les Arts

El pianista Chick Corea actúa esta noche en València para presentar el disco «Trilogy 2». Toshi Sakurai

En el año 2014 Chick Corea publicó Trilogy, un disco con el que, para muchos aficionados, el pianista norteamericano volvía a la buena senda del jazz tras una temporada transitando por los caminos de la irrelevancia. Para crear aquel disco de jazz en sentido estricto y gran pureza se juntó con dos viejos amigos y colaboradores, además de (cómo él) dos gigantes de la música -Christian McBride y Brian Blade- con los que esta noche visita València para inaugurar el ciclo «Les Arts és altres músiques».

Para hacernos una ligera idea de la importancia de la base rítmica con la que actúa Corea baste decir que el bajo de McBride se escucha en los discos de una larga lista de íconos de jazz desde Freddie Hubbard hasta McCoy Tyner y Herbie Hancock, y del pop y el soul, como Sting, Paul McCartney, Celine Dion, Isaac Hayes o James Brown. Por su parte, la batería de Blades ha respaldado a casi todo el mundo que se dedica a esto, desde estrellas del jazz como Wayne Shorter hasta leyendas del rock como Joni Mitchell y Bob Dylan.

Aquel Trilogy triple con grabaciones en directo que era una suerte de grandes éxitos con temas propios y clásicos del jazz, vino seguido de una gira de presentación que también fue registrada y que el año pasado dio origen a Trilogy 2. Se trata de otra reunión de «standards» del jazz, de clásicos del cancionero americano y de otros temas propios.

Pero, sobre todo, las dos ediciones del Trilogy son una muestra de funcionamiento perfecto de un engranaje musical como es el que forma este trío de músicos que inician hoy en el Palau de les Arts de València su nueva gira por Europa. «La trilogía representa mi maravillosa asociación de mucho tiempo con Christian McBride y Brian Blade -explicaba ayer Chick Corea en declaraciones a Levante-EMV-. A través de los años desarrollamos una gran amistad y una relación musical que es diferente a cualquier otra cosa que haya hecho».

Y mira que ha hecho cosas y ha colaborado con gente. Nacido en 1942 en una familia de origen italiano y ganador de 20 premios Grammy, Armando Anthony «Chick» Corea empezó a tocar el piano a los cuatro años y de muy joven ya cogió experiencia tocando en las bandas de Mongo Santamaría y Willie Bobo, Blue Mitchell, Herbie Mann y Stan Getz. Su disco con Miroslav Vitous y Roy Haynes Now He Sings, Now He Sobs de 1968 se consideró ya desde el principio un clásico del jazz contemporáneo. Miles Davis contó con él para reemplazar gradualmente a Herbie Hancock y adentrar el jazz en el rock y la electrónica. Con el cuarteto Circle se lanzó a la vanguardia, y con Return to Forever reivindicó la fusión que había mamado desde sus orígenes. También profundizó en el piano clásico con Gary Burton, Herbie Hancock, Michael Brecker, Roy Haynes e incluso se adentró en el terreno del flamenco con su querido amigo Paco de Lucía.

Eso sí, la química con McBride y Blade, asegura, es especial. «Para que todo fluya con dos gigantes como ellos - explica-, se necesita un deseo de hacer música juntos. Luego, cuando empezamos a crear música, todo es muy divertido y muy gratificante, y por eso continuamos creando juntos».

Durante todos estos años de carrera llena de aventuras musicales de todo tipo, el trío ha sido para Corea el formato por antonomasia un lugar al que regresar.

«El formato del trío es clásico -explica a este periódico-. Es la combinación definitiva de tres instrumentos de sonido diferentes que crean el tipo de ritmo, melodía y armonía que nos encanta crear». Una creación, señala, en la que, a pesar del clasicismo, también busca «encontrar nuevas formas de hacer música, nuevos desafíos, en los que nos adentramos inspirados por nuestros maestros y mentores».

Thelonious y Miles

Uno de estos maestros y mentores que siguen siendo una inspiración para Corea es el gran Thelonious Monk, de quien el pianista incluye dos versiones en Trilogy 2: «Crepuscule With Nellie» y «Work». «Monk me inspira de muchas maneras -subraya-. Como pianista, como compositor, como líder de banda y como artista que demostró el más alto nivel de libertad de expresión».

En el álbum, el trio también borda una versión de «All blues» Miles Davis, el genio de la trompeta que le dio a Chick el espaldarazo definitivo para convertirse en un pianista referente para el jazz. «Miles fue mi maestro y mentor desde que lo escuché tocar por primera vez en 1947 cuando era joven con el quinteto de Charlie Parker -recuerda-. Seguí su carrera a través de todos sus discos en solitario hasta que toqué durante dos años y medio en su banda desde 1968 a 1971».

Su discografía con Davis incluye Black Beauty: Live at the Fillmore West o Miles Davis at Fillmore: Live at the Fillmore East, además del Bitche's brew, uno de los álbumes más rupturistas del trompetista y, así, de la historia de la música moderna. «Ese fue un gran período de aprendizaje para mí -reconoce Corea-, y también me impulsó a atraer otras grandes oportunidades para hacer mi propia música».

Además de las versiones de temas más o menos clásicos, tanto en el disco como en el «set list» de la gira que le trae hoy jueves a València, el músico de Chelsea, Massachusetts, rescata tres de sus composiciones más conocidas: «500 Miles High», «La Fiesta» y «Now He Sings, Now He Sobs». Temas que, al igual que «My one and only love» o «Crystal silence» o «Spain», lo han convertido en una figura clásica del jazz moderno, aunque eso a Corea parece que no le importe demasiado. «Nunca me ha parecido gratificante analizarme a mí mismo -justifica-, eso se lo dejo al público».

Al preguntarle por cómo ve desde la distancia de 2020 sus comienzos en el mundo de la música, también prefiere ser escueto pero sin dejarse la emotividad por el camino. «Mis verdaderos comienzos en la música fueron el amor y el apoyo que recibí de mi padre Armando y mi madre Anna -recuerda-. Realmente me animaron en mis esfuerzos creativos y eso significó el mundo para mí».

La última vez que Chick Corea actuó en València fue en julio de 2017, cuando ofreció en el escenario de los Jardines de Viveros un concierto junto al banjista Bela Fleck. Pero su presencia en España es habitual y su relación con la cultura del país anterior incluso a sus primeras visitas. Y entre estas colaboraciones, además de la histórica con Paco de Lucía, destacan las que ha realizado recientemente con Jorge Pardo, Niño Josele y el joven bailaor Nino de los Reyes, con quienes Chick trabajó en su proyecto The Spanish Heart Band. «Me encantan las culturas musicales españolas, latinas y africanas. Me inspiran a hacer música y colaborar», explica.

Por todo esto, el concierto de esta noche en Les Arts es una buena oportunidad para conocer a un músico fundamental de la historia del jazz que a sus casi 80 años ha tocado, desde este género, casi todos los palos posibles: música latina, rock, flamenco, música clásica... «Me gustaría escribir un ballet algún día», confiesa a Levante-EMV este artista al que, obviamente, le cuesta entender el famoso debate sobre la apropiación cultural. «Libertad para aprender, libertad para expresarse, libertad para comunicarse -defiende Corea-. Estas son algunas de las libertades básicas que todos tenemos».

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