Dylan Farrow, hija adoptiva de Woody Allen que acusa al director de abusar sexualmente de ella cuando era niña, ha reaccionado ante la inminente publicación de las memorias del cineasta. Para Farrow el lanzamiento de esta autobiografía, titulada Apropos of Nothing, supone «un ejemplo más del gran privilegio que otorgan el poder, el dinero y la fama». Además, Farrow carga contra el grupo editorial Hachette, que lanzará estas memorias, por no comprobar los hechos que Allen relata en su libro y convertirse así en su «cómplice».

«Nadie se puso en contacto conmigo para comprobar la veracidad de estas memorias», afirmó Dylan Farrow, que destaca que esta «clamorosa omisión por parte de Hachette a su responsabilidad más básica», al no verificar los hechos, contrasta con cómo han tratado su relato sobre los abusos presuntamente perpetrados por Allen. «Mi historia ha sido sometida a un escrutinio incesante y nunca se ha publicado sin una comprobación exhaustiva de los hechos», señala. Además, califica la publicación como algo «muy perturbador» y una «total traición a su hermano», el periodista Ronan Farrow, «cuyo valiente trabajo periodístico, capitalizado por Hachette, dio voz a numerosas supervivientes de abusos sexuales cometidos por hombres poderosos». «La complicidad de Hachette en esto debe ser calificada de lo que es, y tendrán que responder por ella», concluye Dylan.

Apropos of Nothing, autobiografía de Allen que saldrá a la venta el 7 de abril, será según su editorial, «una descripción de su vida, tanto personal como profesional, y habla de su trabajo en películas, teatro, televisión, clubes nocturnos y publicaciones» en el que «Allen también escribe sobre sus relaciones con la familia, los amigos y los amores de su vida». Allen, de 84 años, ha negado siempre esta acusación de abusos sexuales, realizada por primera vez en 1992 por Mia Farrow. Su entonces pareja, con la que ya había iniciado un proceso de separación, acusó a Allen de haber abusado sexualmente de su hija. La consiguiente investigación, que duró 14 meses, desestimó la acusación al no poder encontrar ninguna prueba concluyente de dichas agresiones.