Un estudio realizado por la investigadora Dolores García Ruiz asegura que el traje que vestía La Gioconda de Leonardo da Vinci era en sí mismo una "joya de valor incalculable" elaborada con sedas tejidas y tintadas en Valencia, lugar donde se concentraban los más prestigiosos sederos del momento. Gracias a los novedosos tintes importados de América, el vestido logra unos colores únicos que "ninguna dama florentina ni ninguna reina de Europa" llevaría hasta años después.

Así se refleja en el ensayo que la también escritora Dolores García, experta en La Gioconda, que ha dado a conocer este jueves en un acto celebrado en la Universitat de València.

El estudio pone de relieve que las prendas de la modelo de uno de los retratos más famosos del mundo están "íntimamente relacionadas" con el arte de la seda de la Valencia de finales del siglo XV y principios del XIV y apunta que "no hubieran presentado el mismo aspecto y colorido sin el decisivo papel del valenciano Luis de Santángel, escribano de Ración de los Reyes Católicos, que hizo posible el descubrimiento de América en 1492 al sufragar de su propio bolsillo la expedición de Colón".

Según ha explicado García Ruiz, las damas florentinas de la época eran "el escaparate del nivel social de la familia" y era muy importante que en los actos sociales y cuadros aparecieran con sus joyas para mostrar "todo el poderío" que era capaz de desplegar su apellido. Sin embargo, La Gioconda no lleva nada más allá del vestido.

Esto llamó la atención de la investigadora, dado La Gioconda es el retrato de Lisa Gherardini, esposa de Francesco Gioconodo, uno de los mercaderes más poderosos de Florencia que formaba parte del gobierno de la república florentina. Esto le llevó a descubrir que "el vestido era una joya" en sí misma y "primicia" en aquel momento.

Según expone en su ensayo, el vestido está colorido con unos "tintes novedosísimos" en España que llegan de la entonces recién descubierta América a través del Puerto de València y permiten "por fin" que la seda pueda adquirir unas tonalidades de "negro intenso y duradero, amarillo leonado rojizo y berenjena profundo", ha subrayado García.

En opinión de García Ruiz, "el vestido no pudo estar tintado en otro sitio" que no sea Valencia ya que la planta con la que se consiguen estos colores, 'palo de tinte' o 'palo de campeche', se descubrió en América, "no salía de España" y "los tintoreros más prestigiosos de la península son los valencianos".

Valencia era en aquella época "el centro sedero potente del momento y los mejores y más prestigiosos tejidos se hacían aquí". Los reyes encargaban aquí sus telas de seda y "la seda salía siempre a través de Valencia" hacia otras tierras, en este caso hacia Florencia (Italia).

Francesco Giocondo regaló a su esposa estas telas con las que luego se confeccionaría el vestido que es "la gran joya de la familia". Tal es la relevancia del vestido, que Lisa Gherardini lo luce en tres cuadros y sin joyas.

El cuadro de la Gioconda del Prado está hecho al mismo tiempo que la Gioconda del Louvre, pero la Gioconda de Isleworth, en el que aparece más joven, está hecho ocho años antes, recién casada. Siendo su marido el mercader de seda más poderoso de Florencia, la investigadora explica esta "insistencia" en la pieza en que se trata de un vestido "muy valioso".

Asimismo, el ensayo de Dolores García Ruiz destaca la importancia de la figura del valenciano Luis de Santangel, el escribano de Ración de los Reyes Católicos, "lo que hoy conoceríamos como el ministro de Hacienda y el contable de la Casa Real", ha comentado.

La experta ha relatado que en aquel momento "los Reyes Católicos estaban agobiados porque no tenían dinero para financiar la expedición de Cristóbal Colón" pero él tuvo muy claro que era una oportunidad de ganar a los portugueses una ruta alternativa para conseguir especias y seda y financió el viaje de su propio dinero particular, 8 millones de maravedises.

Para la investigadora, "el valenciano Luis de Santángel cambió el mundo y la historia". Además, del nuevo continente que ayudó a descubrir llegó la planta para los tintes que llevaría en primicia la Gioconda, por lo que sin él, "las prendas de la modelo del cuadro de Leonardo da Vinci difícilmente hubieran tenido ese aspecto y sería considerablemente distinto tanto en colores como en significado para su época".

Dolores García Ruiz es escritora e investigadora. Nació en Melilla en 1964 y reside en Torrent (Valencia). Cursó estudios de Derecho. Su primera novela fue el best-seller 'El secreto de monna Lisa' (Roca Ed., 2004), semifinalista del premio Primavera 2002 y señalada entre las 35 mejores novelas históricas en español. Es autora de 'La reina del azúcar' (Versátil y Ed. B México, 2015). En 2016 fue la ganadora del premio Letras del Mediterráneo con 'La rebelión de Penélope'.

Su primer ensayo, 'La cara oculta de Da Vinci', fue incorporado a la biblioteca de investigadores del Museo del Louvre de París. Por su labor de investigación sobre Leonardo da Vinci está considerada como una de las mejores conocedoras de su figura. Preside la Unión Hispanomundial de Escritores (UHE) en la Comunidad Valenciana y ha sido distinguida en 2019 como 'Melillense del año'.