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El samurai de Occidente

El dibujante y guionista valenciano Víctor Santos publica «Kurosawa. El samurai caído», la biografía de uno de los cineastas más destacados del s. XX - El autor ha vendido los derechos de tres de sus obras, uno de ellos «Polar», el cómic que Netflix lo convirtió en película

El samurai de Occidente

Los Kurosawa, una familia acomodada del distrito de ?mori en Tokio, procedían de una saga de samuráis, los guerreros del antiguo Japón. Akira, el pequeño de siete hermanos decidió seguir otra senda. Su decisión cambió para siempre la imagen del país nipón en el mundo. Por ello, el dibujante y guionista valenciano Víctor Santos se ha propuesto divulgar la trayectoria vital de este enigmático cineasta en Kurosawa. El samurai caído (Norma), que saldrá a la venta a finales de este mes. «Vivió luchando entre el triunfo y el fracaso. Sufrió mucho durante su vida porque no encontraba su lugar», explica Santos en relación al título de la obra. «Él estaba muy orgulloso de su legado samurai, pero a la vez, era muy crítico con la iconografía de estos guerreros. Eran militares que en muchas ocasiones cometían abusos contra los campesinos. Su inclinación por lo occidental también lo pagó. Se debatía constantemente entre fuerzas que tiraban de él y eso supo reflejarlo en sus películas». Según Santos, en Japón lo consideraban un autor «occidentalizado», mientras que en Occidente lo veían como algo «exótico».

Nacido en 1910, el joven Akira vivió algunos de los momentos más críticos de Japón, como el gran terremoto de Kanto, donde murieron más de 100.000 personas, o la Segunda Guerra Mundial, donde se inició en la dirección con películas como La leyenda del gran judo (1943) o Un domingo maravilloso (1947). El reconocimiento internacional vino poco después. Rashomon (1950) fue un antes y un después en la trayectoria de Kurosawa. Ambientada en el siglo XII, narraba el asesinato cometido por un samurai. La historia se basó en los cuentos del autor nipón Ryunosuke Akutagawa. Las técnicas narrativas empleadas por el cineasta llevaron a popularizar el concepto de «Efecto Rashomon», método a través del cual se muestra diversos puntos de vista en una misma historia. La cinta ganó el León de Oro de la Mostra de Venecia y el Oscar a la Mejor película extranjera.

«Kurosawa sentó las bases del relato de aventuras clásicas que conocemos y lo transformó en algo moderno. Introdujo la cultura oriental en Occidente. Hasta el momento, solo había referencias en la pintura impresionista», explica Santos.

Kurosawa. El samurai caído llega en un momento en el que la cultura nipona se ha fundido con la occidental. El sushi, el manga o los dibujos animados japoneses son productos populares en Occidente. Algo que según Santos, se debe en parte a Kurosawa. «Su cine fue el inicio a todo este hermanamiento. Abrió los ojos a mucha gente e influyó buena parte del cine de la segunda mitad del s. XX y XXI», con referencias en el cine de Quantin Tarantino, Sergio Leone o Steven Spielberg, quien financió algunas de las últimas cintas de Kurosawa. «Marcó a toda una generación de artistas y cineastas. Se puede ver en una de las grandes sagas de la historia, como es la Guerra de las Galaxias. Los jedis son samurais», explica el dibujante valenciano.

El director japonés murió en 1998 postrado en una silla de ruedas. Antes, dejó películas que reflejaron su periodo de madurez como cineasta, como Yume (1990) o Rapsodia de agosto (1991).

Víctor Santos comenzó a trabajar en la biografía de Kurosawa hace casi tres años, después de visitar una exposición sobre el director. «Comencé haciendo dibujos de algunas de sus películas, luego, comencé a investigar sobre su biografía». En la muestra, aparecían dibujos del propio Kurosawa, ya que el cineasta hacía storyboards (guiones gráficos) de la historia antes de filmarla.

Aunque no es la primera vez que Víctor Santos trabaja en el universo Kurosawa. En 2012, publicó Rashomon. Un caso del comisario Heigo Kobayashi (Norma), inspirada en la cinta con el mismo nombre.

Hace más de 10 años que Santos trabaja para el mercado de cómics americano desde Bilbao, ciudad por la que dejó València hace algunos años. Kurosawa. El samurai caído es una de las obras más personales del valenciano junto a Polar (Norma), el cómic que se convirtió en película de la mano de Netflix. Protagonizada por Mads Mikkelsen, la obra narra la historia de Duncan Vizla, uno de los asesinos más letales del momento, que debe defender su vida ante una banda de criminales. Santos también ha vendido los derechos de otros dos cómics. Uno de ellos, The Mice Templar, se convertirá en serie de animación.

Según Santos, el cómic «vive un buen momento» gracias, entre otras cosas, al cine y a la televisión. Aunque desde su punto de vista, hay que guardar las distancias con el sector audiovisual a la hora de crear. «Nosotros no podemos competir con el cine en cuestión de efectos especiales. No podemos emular lo que el cine es. Nos tenemos que centrar en los personajes. No podemos hacer un cómic pensando en que va a ser película, porque no funciona. El noveno arte tiene herramientas narrativas que el cine no tiene. Podemos aprovechar mucho el cine como un medio de difusión, y adaptar nuestro trabajo. El cómic tiene suficiente entidad como para no convertirse en el hermano pequeño del cine, o en su proveedor de material», explica.

El medio de los

«descerebrados»

Santos asegura que «el cómic ha cambiado mucho», ya que «nació como un medio pensado para los descerebrados, sobre todo en Estados Unidos. Antes, nadie quería trabajar en el cómic. Este género creció rebelde, atrevido. Su identidad no ha cambiado, solo que ahora, somos un poco más populares y hemos superado la temática de superhéroes. El cómic de autor está reivindicándose».

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