Levante-EMV

Levante-EMV

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

"Diario del año de la peste": el coronavirus de hace 350 años

La novela en la que Daniel Defoe relata la pandemia bubónica de 1664 guarda algunos paralelismos con la situación actual

"Diario del año de la peste": el coronavirus de hace 350 años

«Fue hacia principios de septiembre de 1664 cuando yo, al igual que el resto de mis vecinos, supe incidentalmente que la peste había vuelto a invadir Holanda; pues ya había azotado violenta-mente aquel país, sobre todo Amsterdam y Rotterdam, en el año 1663, cuando, decían, había sido introducida, según unos desde Italia, según otros desde Oriente, con unas mercaderías que transportaba su flota de Turquía; otros decían que había venido de Candía [Creta]; otros de Chipre. Pero poco importaba de donde viniese; lo cierto es que todos estaban de acuerdo en que ahora había vuelto a invadir Holanda».

Así empieza Diario del año de la peste de Daniel Defoe de la colección clásica de Alba, con traducción de Carlos Pujol e introducción de Anthony Burgess, que se ha convertido junto con La peste de Albert Camus en uno de los Ebook más vendidos durante la coronacrisis. En 1720 la peste, que prácticamente había desaparecido de Europa después del gran brote de 1665, volvía a declararse en Marsella. En Londres muchos recordaban esa tragedia de su niñez; en cada casa se contaban terribles historias sucedidas a parientes y amigos.

Daniel Defoe (Londres 1660-1731), que se ganaba la vida como periodista, aunque había publicado ya dos novelas en torno -precisamente- a un personaje sometido a la angustia de una situación límite ( Robinson Crusoe y Moll Flanders), había sido uno de esos niños que en 1665 sobrevivieron a la epidemia. Su preocupación por la actualidad y lo que podría ocurrir en caso de que sobreviniera otro «azote» le llevó en 1722 a escribir el Diario del año de la peste, bajo la forma de las memorias de un superviviente de la catástrofe.

En esta narración el personaje no es, sin embargo, un individuo, sino toda una ciudad, y al recrear sus padecimientos con tanta viveza y realismo -sirviéndose de estadísticas y tratados de medicina tanto como de patéticos episodios personales- Defoe consiguió algo insólito: como apunta Anthony Burgess en la introducción a esta edición, el motivo de que este libro se haya convertido en un clásico es que «además de aceptarlo como ficción, cada generación lo ha leído también como Historia.

Compartir el artículo

stats