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Música

Los festivales musicales buscan locales para después del verano

Los promotores barajan reclamar el carné sanitario e instalar arcos y cámaras térmicas

Concierto en el Festival de Les Arts del año pasado. l-emv

Con el calendario musical desencajado, la mayoría de festivales aplazados y el resto con amenaza de suspensión, solo queda la reinvención. Los organizadores están buscando espacios cerrados para su celebración después del verano.

La última reunión virtual de la Asociación de Promotores de Festivales de la Comunitat Valenciana (Promfest) aprobó realizar un análisis de los locales disponibles, tanto a nivel autonómico como municipal, para empezar a solicitar los permisos. Además contemplan reclamar el carné sanitario, así como la implantación de arcos, cámaras térmicas y mayores medidas higiénicas para garantizar la salud de los asistentes.

Como la mayoría de festivales trabajan con proyecciones anuales, las contrataciones están cerradas, y ahora se enfrentan a negociaciones de rescisiones amistosas. Por eso, insisten en solicitar ayudas a las administraciones públicas para paliar los gastos estructurales que suponen la cancelación o aplazamiento de los festivales, así como la rebaja del IVA al 4% para las entradas.

Los asociados de Promfest agradecen el trabajo del secretario autonómico de Turismo, Francesc Colomer, que ya ha mantenido diversas conversaciones con el sector y esperan mantener esa interlocución para salvar una industria que genera un impacto económico en la economía valenciana de más de 300 millones de euros al año.

El Festival Internacional de Benicàssim (FIB) es uno de los principales certámenes que de momento mantiene sus fechas, 16-19 de julio, incluso con la oferta de abono de 65 euros hasta el domingo. También el Sound Arenal de Borriana, previsto del 28 de julio al 2 de agosto.

Discotecas

Las salas de fiestas valencianas también trabajan en un plan de medidas preventivas donde contemplan la toma de temperatura para los asistentes, e incluso la utilización de mascarillas y geles por parte del personal y el público. Además de la implantación de las aplicaciones sanitarias informáticas similares a los festivales de música, como los arcos sanitarios y cámaras térmicas para monitorizar a los usuarios.

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