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Exposición

Nuria Riaza se inspira en la migraña para la reapertura con gente de Plastic Murs

En la inauguración y por los protocolos sanitarios, en la galería no podrá coincidir más de 14 personas - La sala celebra su 5 aniversario

Nuria Riaza se inspira en la migraña para la reapertura con gente de Plastic Murs

Abiertos los museos, las salas de arte privadas empiezan a ponerse en marcha para su reapertura. Ayer, en una en la que fluía el trabajo, era Plastic Murs. La galería apuesta por Nuria Riaza para reencontrarse con su público. Aunque, por seguridad e higiene, la inauguración será muy diferente a cualquier otra. En la sala, provistos de mascarilla y guantes, no podrá coincidir más de catorce personas, de ahí que la dirección amplie el horario de la apertura para que la visita sea escalonada. «Tenemos la incógnita de ver qué pasará, cómo responderá el público», compartía ayer Vicente Torres, director de Plastic Murs que ha visto como, gracias a la venta online, la galería no ha sufrido «una frenada en seco» de ventas. «Y sí, sí que estoy nervioso», lanzaba mientras ultimaba el montaje de la exposición. Una muestra que consta de una instalación compuesta por cerámicas y dibujos y tres series de obras sobre papel , que combinan el uso del bolígrafo bic y el bordado característico en la obra de Nuria Riaza junto al acrílico y el grafito. Douleurs, Migraines et Sonates, lema de la exposición comisariada por Cristina Chumillas, es una oda al daño físico y emocional. «Me parecía interesante plasmar sobre el papel las imágenes y sensaciones que se experimenta cuando tienes una migraña con aura, pero también la idea de dolor», explica la artista. «Las obras se agrupan en tres partes: sujetos, espacios y objetos. Funcionan en conjunto como una alabanza al dolor, hasta el punto de tratarlo como ente. La exposición es una reflexión personal sobre los sitios comunes. La búsqueda de un espacio en el que, el plano sensitivo y el sensible, tienen el mismo poder», lanza Nuria Riaza.

La comisaria, por su parte, apunta que la artista «dibuja, pinta y cose». «Sus obras son fruto de las reflexiones personales que le provocan el dolor físico y emocional de una mala genética. Una luz blanca, seguida de un zumbido, da comienzo al ceremonial. (...). Nuria profundiza en lo real y se adentra en las zonas oscuras para mostrar lo fantástico que puede resultar el dolor en su cotidianidad», apunta Chumillas.

La exposición, con la que se celebra el quinto aniversario de Plastic Murs, estará abierta al público hasta el 26 de junio.

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