El IVAM pasa a una nueva fase. El conseller de Cultura, Vicent Marzà, comunicó ayer por la tarde al director José Miguel G. Cortés que su contrato no será renovado, y que será un concurso el que designe a la persona que dirigirá el IVAM en los próximos años, tal como señala la nueva normativa del museo. Una convocatoria donde Cortés podría presentarse, pero que el actual gestor de la pinacoteca rechaza de plano.
Este mes estaba señalado en rojo en el IVAM. Cortés accedió a la dirección del museo en 2014, tras ser el primer elegido por un comité independiente de expertos, después de la polémica gestión de Consuelo Císcar que terminó en los tribunales.
Cortés firmó su contrato en septiembre de 2014, con una vigencia de seis años, con la posibilidad de renovación por otros dos periodos de igual duración, aunque con una cláusula de rescisión por ambas partes, con quince días de antelación a la fecha del vencimiento.
Sin embargo, el silencio sobre la continuidad o la salida de Cortés del IVAM se había apoderado de la gestión del museo. Tanto que hace unos días, el presidente de la Junta Directiva de la Asociación de Directoras y Directores de Arte Contemporánea de España (Adace), Juan Antonio Álvarez Reyes, había remitido una carta a los miembros del Consell Rector del IVAM, al conseller Marzà, a la vicepresidenta Mónica Oltra y al presidente Ximo Puig, donde solicitaba «la renovación del mandato» del actual director, «tras haber logrado los objetivos propuestos y para dar certidumbre y confianza en la gestión de la situación actual que se requiere en esta gran institución».
Renacido prestigio
Esa petición de la Adace había sido el último intento para la continuidad de Cortés. «En los últimos seis años José Miguel García Cortés -así empieza la carta de la asociación-, ha conseguido que el museo vuelva a renacer tras un periodo muy oscuro». Así como valoraba su trabajo al frente del IVAM como una vuelta al prestigio perdido, conseguido «en un contexto tan difícil y turbulento como el actual en el que se requiere dar seguridad y confianza en nuestras instituciones, también en las culturales».
Lo cierto es que el silencio de Conselleria, roto ayer, había generado malestar en un sector del Consell Rector del IVAM, el órgano de gobierno del museo. Tanto es así que el pasado 6 de mayo, en pleno estado de alarma y con el confinamiento en vigencia, ocho vocales manifestaron por escrito su «inquietud por la situación actual del museo en este momento tan complicado por la crisis de la covid-19 y el futuro de la institución en su sentido más amplio».
Esa preocupación de lo vocales no instituciones del Consell Rector, donde figuran Lola Bañón, Vicente Benet o Román de la Calle, viene de lejos. Desde la primera reunión de este año, el pasado 30 de enero, donde en el turno abierto de palabras algunos miembros preguntaron a la secretaria autonómica de Cultura y vicepresidenta del Consell Rector, Raquel Tamarit, sobre la renovación del actual director del museo.
Ni en aquella reunión pública, ni en otras de carácter privado desde entonces entre la comunidad artística valenciana, se hizo manifiesta la voluntad de renovación de Cortés, ni tampoco lo contrario. Ayer se rompió el voto de silencio.
