La pandemia del coronavirus ha obligado a reorganizar la agenda teatral de todo el globo. En el caso de la ciudad de València, las empresas de artes escénicas, en esta reprogramación, están apostando por apurar al máximo los plazos. La opción preferente de compañías como Olympia Metropolitana, propietaria del Teatro Olympia y del Teatro Talia, está siendo aplazar todas las obras posibles, y cancelar aquellas solo en las que ya no cabe más remedio. De cualquier modo, garantizan la devolución del importe de la entrada. En caso de cancelación de evento, los centros están obligados a ello por ley; si hay un aplazamiento, desde los teatros aseguran un trato «personalizado» para cada cliente. Con todo, piden «paciencia» por la situación.

«Hay quien tiene miedo y pide la devolución de la entrada. Pero muchos, los que más, prefieren esperar para ver si pueden ver la obra», apuntaba ayer a este respecto Mª Ángeles Fayos, de Olympia Metropolitana y presidenta de la Asociació d'Empreses d'Arts Escèniques del País Valencià. Un fenómeno, el de la voluntad popular de mantener su entrada a modo de depósito de confianza, que otros agentes del mundo del espectáculo valenciano también han atestiguado. «La gente comprende que esto es una crisis total, y el ánimo es de estar a nuestro lado», abundaba Fayos. No obstante, aseveró que no bastaba con este apoyo: «Los teatros privados no somos viables con un 30% de aforo. Esperamos abrir con el 100%. Y el margen de beneficios del sector es reducido, se debería revisar la carga impositiva», reivindicó.