El toreo mostró ayer su fuerza y pidió respeto en los aledaños de la plaza de toros de València. La concentración, convocada por la plataforma "También somos Cultura" y realizada en otras 30 ciudades españolas, tuvo como objetivo reivindicar la tauromaquia "como motor económico y patrimonio cultural de este país" y también como protesta por "la falta de apoyo del Ministerio de Cultura", según explicó Enrique Ponce, quien el viernes por la noche también estuvo en la protesta taurina en Salamanca y ayer viajó a su tierra para apoyar un paseo reivindicativo que contó con unas 350 personas. La protesta, fijada a las 19.30 horas, transcurrió sin incidentes de forma pacífica y duró 15 minutos.

La gente abarrotaba la explanada del coso de la calle Xàtiva hasta el monumento dedicado a Manuel Granero, al borde de la Estación del Norte. Unos detrás de otros, los aficionados se agolparon, todos ellos con la mascarilla pertinente, en forma de circunferencia alrededor de los toreros. Este encuentro de aficionados invitaba a querer abrazarse o darse la mano pero todos acabaron saludándose con el codo.

El paseo reivindicativo tuvo el ambiente que precede a una gran tarde de toros en Fallas con el runrún previo, los saludos y las continuas fotos que se hacían los aficionados con los toreros. Entre ellos, destacaban el mencionado Ponce, El Soro, Julián García, Vicente Barrera, Román, Jesús Duque, Jesús Chover, Víctor Manuel Blázquez o Santiago López. Entre los novilleros presentes destacaron Jordi Pérez, "El Niño de las Monjas", o Borja Collado junto a los alumnos de la Escuela Taurina de València. Y, entre los banderilleros también se dejaron ver Luis Blázquez, Raúl Blázquez, César Fernández, El Sirio, Miguel Ángel García o Domingo Navarro.

Román Collado abrió plaza con su turno de palabra después de pedir un respetuoso minuto de silencio en memoria de las víctimas del coronavirus y que se mantuviera la distancia de seguridad entre los aficionados. El torero de Benimaclet reivindicó que, dentro de la tauromaquia, "hay gente de derechas y de izquierdas, de los toros en la calle, de la cuerda y de la plaza pero todos amamos la fiesta taurina".

Asimismo, puso énfasis en la cultura del toro alrededor del mundo porque "Ecuador, Colombia, Portugal, Francia, Perú, México y España celebran festejos taurinos". Finalmente, el diestro defendió el toreo "como una herencia de nuestros abuelos" y apuntó que "reyes y papas han querido prohibir el toreo a lo largo de su historia pero la cultura no se censura porque enriquece y rebela. La cultura es libre y gracias a ella vive el toro". Cuando terminó de hablar, los aficionados combinaron gritos de "libertad, libertad" con aplausos.

Entre la pesadumbre generaliza por la situación provocada por la crisis sanitaria, las voces permanentes de "somos cultura" se levantaban como un hálito moral. Por su parte, el diestro Vicente Barrera defendió "la libertad de poder elegir" y argumentó que "la libertad se defiende allí donde es atacada". En ese sentido, Julián García y Luis Blázquez también agradecieron la participación de la gente. Por su parte, El Soro puso la nota pasional y auténtica del acto. El maestro de Foios dedicó una poesía en valenciano a "la València taurina" con alusiones a "la Virgen de los Desamparados, a los recortadores y a los toreros" y acabó levantándose de la silla como si de una antología de su tauromaquia explosiva se tratara.

El lunes volvió la vida al interior del coso con la vuelta a las clases de la Escuela Taurina y ayer los aficionados pidieron respeto por una fiesta milenaria que ha inspirado a pintores como Picasso, Sorolla, Zuloaga o Botero y a escritores como Rafael Alberti, Federico García Lorca, Blasco Ibáñez, Gerardo Diego o Vicente Aleixandre. El tiempo pasa sobre las personas y las ciudades, pero artes como el toreo permanecen por su cultura.