La concursante valenciana de «Operación Triunfo 2020», Samantha Gilabert, ha pedido públicamente que se respete su privacidad ante el aluvión de visitantes a su pueblo, Beniarrés (El Comtat), para llamar a su casa.

La cantante se ha dirigido a sus seguidores en las redes sociales para poner fin a una situación insostenible que está soportando ella y su familia desde que concluyó el talent show de La 1, que acabó dándole el primer premio a la cantante canaria Nia.

La valenciana aseguró a través de su cuenta en Twitter que la dirección de su vivienda se había publicado en redes sociales, por lo que pidió «un poco de privacidad». «Muchos sabéis que vivo en un pueblo pequeño y agradecería, por favor, que no vinieseis a mi casa a llamar al timbre y preguntar por mi ya que ayer recibí muchísimas visitas de gente que no conozco de nada», pidió la joven.

Gilabert remarcó que está concentrándose en «desconectar» tras el concurso y pidió que se respetase su intimidad: «Una cosa es la vía pública y otra venir a casa». De igual forma, la joven agradeció el trato recibido por los seguidores del popular programa de televisión y destacó que está contenta y agradecida de verlos por la calle, hablar, firmar y hacerse fotos.

Estrenó su single, «Sin Más», en medio del confinamiento, producido por Carlos Sadness: «Mi primer single lo grabé durante una pandemia mundial, en casa de mis padres y delante del armario de mi habitación», aseguró en una entrevista. Y tras su fichaje por Universal, la cantante confiesa que al principio sí tenía miedo de no interesarle a ninguna discográfica: «Me preocupaba no tener discográfica, pero intentaba no pensarlo mucho». Ahora, según ha comentado en las redes sociales, cuenta con una propuesta musical sobre la mesa para su segundo single, que podría salir muy pronto. La cantante también pertenece al grupo valenciano Cactus, con temas de influencias pop y trap. La valenciana salió de la Academia de La 1 a principios de junio junto a Maialén. Uno de los momentos más comentados de la presente edición fue la interpretación de Lluís Llach «Que tinguem sort».