La exdirectora del Institut Valencià d'Art Modern (IVAM) Consuelo Císcar recurrió ayer ante la Audiencia de Valencia su procesamiento en la causa en la que se han investigado presuntas irregularidades en la etapa en la que dirigió el centro cultural, al alegar que no existen pruebas y que todas las conclusiones de la instructora «solo son elucubraciones, juicios de valor y sospechas que parten de una denuncia anónima; un informe de la Intervención General de índole administrativo que tan solo recoge meras irregularidades administrativas, informes e información hilvanada por la UDEF con un evidente sesgo acusatorio».

Así consta en el escrito de apelación contra el auto de procesamiento del Juzgado de Instrucción número 21, en la pieza principal del caso IVAM en la que, junto a Ciscar, también se ha encausado a su hijo, el artista 'Rablaci'; a un empresario y a tres exdirectivos o empleados del IVAM: el ex director económico administrativo, Juan Carlos Lledó; el ex director de Publicaciones y Acción Exterior, Norberto Martínez; y una funcionaria.

Según el escrito, la defensa de Ciscar argumenta que los testigos, en su mayoría trabajadores del IVAM, no han podido concretar conductas de contenido penal sino «solo conjeturas y sospechas» al tiempo que considera que el auto de procesamiento de la jueza «está repleto de los prejuicios que han ido rodeando el caso durante cinco años de instrucción», que han sometido a los investigados «al escarnio público». «No se ha obtenido la más mínima corroboración de los ilícitos penales que se recogen en el auto», mantiene la defensa de Ciscar.