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Entrevista

"Queremos erotizar el intelecto de las personas con versos"

La compañía Prostíbulo Poético actúa mañana en La Fábrica de Hielo del Cabanyal a partir de las 21 horas

"Queremos erotizar el intelecto de las personas con versos"

Un colectivo de músicos, actores y poetas se ha propuesto reivindicar el lado más oscuro y atormentado del alma a través de la poesía. Llevan meses haciéndolo en Barcelona pero ahora han puesto su objetivo en València. Se hacen llamar Prostíbulo Poético y mañana estarán en La Fábrica de Hielo por primera vez tras meses del parón ocasionado por la pandemia. «No hacemos poesía erótica, lo que queremos es erotizar el intelecto a través de versos», explica Sonia Barba, directora de esta compañía multidisciplinar con residencia en Barcelona pero que ya tiene sede en Madrid y València. «El entusiasmo por la poesía no para de crecer», reconoce esta performer. El recital de mañana -con entrada gratuita- será el primero que haga la compañía durante esta «nueva normalidad».

La pandemia obligó a Barba a improvisar una alternativa para que los artistas de Prostíbulo siguieran en activo. «Pusimos en marcha 'Hotline Poetry', una línea telefónica en la que los aficionados a la poesía podían contactar con su poeta favorito de la compañía. La iniciativa nos ha dado la posibilidad de vivir experiencias maravillosas», explica la directora, ya que según ella, durante los tres meses de confinamiento llamaron personas de Castilla y León, Aragón, Galicia... y hasta de Alemania y Estados Unidos. «En esas conversaciones nos dimos cuenta de lo necesaria que era la poesía. El confinamiento ha sido muy duro para mucha gente. Todos necesitábamos evadirnos. Incluso había una enfermera que nos llamaba después de acabar su turno con enfermos de covid-19», explica Barba.

Ahora, Prostíbulo Poético volverá a sus orígenes en directo, intentando dejar de lado la pandemia. «En realidad la naturaleza del proyecto era trasladar al espectador a un mundo alejado de la actualidad, mediante la recreación de personajes que no existen para evadirle. Cuando se cierra la puerta de La Fábrica de Hielo todo queda atrás. Pero claro, en este nuevo contexto es un poco complicado, ya que la pandemia nos afecta a todos y el recuerdo del confinamiento está todavía muy latente», explica la directora. Es por ello, que el espectáculo de la compañía intentará ser «un bálsamo y un lugar de refugio para todos». «Igualmente queremos hacer que el espectador baje el ritmo que lleva en la calle para llevarle a otro lado», señala. El espectáculo cumplirá, según la compañía, con todas las medidas de seguridad. «Hemos inventado maneras de sentirnos muy cercanos al asistente pero salvando las distancias», añade Barba.

Su origen está en Nueva York

Prostíbulo Poético se creó a partir de la idea original del Poetry Brothel de Nueva York, una compañía que también se propuso revolucionar el formato de recital de poesía. Las actuaciones intentan reivindicar la lírica como un acto privado, ya que los poetas venden sus versos al público asistente una vez han sido presentados por la Madame, la maestra de ceremonias. Todos ellos recitan poesía inédita haciendo gala de su descaro, el de un prostíbulo del siglo pasado. «Quisimos recrear un antiguo burdel donde se reunían hombres y mujeres intelectuales. En estos ambientes, las mujeres se quitaban la máscara de madres y esposas, unos papeles que no siempre encajaban con sus deseos», explica Barba.

La compañía se asentó en València el pasado mes de octubre y eligió La Fábrica de Hielo, un «espacio con resonancia a tiempos pasados experto en hospedar encuentros y situaciones de intercambio».

Todo el elenco está compuesto por poetas valencianos seleccionados por Barba y por otros veteranos como Carlos Luna de Luna, Nelo Sebastián Vera, Elsa Viegas o María Sánchez. «Por lo general, nadie viene preparado para lo que van a recibir en los directos, que básicamente son un baño de la realidad del otro. La gente quiere compartir experiencias, anécdotas, heridas semejantes. Se dispara la empatía, la curiosidad por el otro, hay personas que piden a la poeta que les deje solos, otras rompen a llorar. Es muy emocionante», asegura Barba.

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