¿Vicent Marzà ya sería el líder del Bloc sin la crisis de la pandemia?

No hemos hablado de nombres, lo hemos hecho de proyecto y de situación estratégica. La actual situación del valencianismo político no es la de hace cuatro años, y menos de la de hace ocho. Necesitamos esa refundación estratégica para ampliar la base pero sin renunciar, porque eso nos ha traído hasta aquí. El valencianismo político siempre ha hecho reflexiones que al cabo de los años han estado las reflexiones centrales del país. Cuando hablábamos del Corredor Mediterráneo eramos los únicos, igual que de la infrafinanciación. Sin renunciar, tenemos que marcar nuestros objetivos de gobierno de amplio espectro.

¿Le preocupa la situación procesal de su director general de Política Lingüística Rubén Trenzano?

Personalmente estoy preocupado por él, porque humanamente no se merece la situación que está padeciendo. Todo lo que ha hecho el director general ha sido bajo la supervisión de los técnicos. Y donde intuíamos que no había un actuación correcta lo hemos trasladado a la Fiscalía. Por eso espero que todo salga bien.

¿La política es dura?

Sí, sobre todo cuando se pierde de vista que la política es trabajar para mejorar la vida de la gente y no buscar la confrontación porque sí. El mismo PP, a través de una de sus portavoces en las Corts dijo que la Conselleria de Educación y en concreto el conseller Marzà había actuado correctamente. Pero siguen intentando desgatar por desgastar.

¿Tiene una visión política distinta ahora que está en el gobierno?

Completamente. Teníamos una experiencia de gobierno municipal potente, pero no sabíamos lo que era gobernar a nivel de país. Por eso es necesaria esa reflexión a nivel de partido. Ahora sabemos mucho más y somos un proyecto más estable.