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Entrevista

Nacho Fresneda: "Ahora me sorprenden los besos en el cine"

«Soy de la Mancha, me crié en València, he trabajado en la capital y mi mujer y mis hijos son de Barcelona», afirma el actor

Nacho Fresneda: "Ahora me sorprenden los besos en el cine"

Una semana antes del encierro por la pandemia del coronavirus, finalizó el rodaje de la cuarta temporada de El Ministerio del Tiempo( TVE y HBO). Nacho Fresneda (1971), el aguerrido Alonso de Entrerríos de la serie, pasó el confinamiento en València, donde sacó su bravura en impartir clases online de verso -gratis-, volver a Lorca, darle al paddle surf y perfeccionarse como maestro arrocero. Con la nueva normalidad, el actor ya no para en casa.

P ¿Qué diría Alonso en esta batalla?

R «Nunca dejamos a nadie atrás».

P Podría entrar en la puerta de Wuhan y parar el desastre.

R Ojalá. Pero, ya sabe, en El Ministerio trabajamos para que la Historia no cambie. Me fastidió mucho no poder salvar a Lorca al final de la primera temporada, que también fue la despedida de Pablo [Olivares, coguionista junto a su hermano Javier, fallecido a causa de la ELA]. La serie es un entretenimiento pop, pero me emocioné.

P Ahora los guantes de látex se imponen a los de cuero.

R Al principio sí eran obligatorios en medio de esta tragedia, pero ahora están hasta mal vistos. Estoy en València, donde hace un año decidí mudarme para estar cerca de mis padres, que son mayores.

P ¡Qué mal lo hemos pasado!

R No entiendo esta carrera, ni el uso de términos como «guerra» o «suspender». Yo estoy con Murcia, con Galicia, con Madrid... A lo mejor es porque soy de la Mancha, me crié en València, he trabajado en la capital y mis hijos y mi mujer son de Barcelona.

P Aclaración: ¿nació en Villanueva de la Fuente o en Quart de Poblet?

R Mis padres vienen de la Mancha, y yo nací en el Hospital Militar de Quart de Poblet, que es un poquito como nacer en Guantánamo.

P ¿Padre militar?

R Guardia Civil de Tráfico. Una bellísima persona que no obedece para nada al estereotipo.

P ¿Inspiración para su soldado de los tercios de Flandes?

R Viene más del contacto con la Compañía Nacional de Teatro Clásico, de mi formación en verso y en luchas técnicas, de mi gusto por la esgrima

P ¿En casa vieron bien su vocación?

R No lo entendían, no; pero me dejaron equivocarme. «Cuando veas que esto ya no, tú tranquilo, te buscas otra cosa», decían. Ni en mi barrio -El Chaparral, que entonces era un poquito marginal-, ni por mi procedencia de gente de campo se preveía el giro de guion.

P Era un adolescente medio heavy.

R Cuando tenía 17 años, el instituto nos llevó a un recital de Lorca y Miguel Hernández organizado por la Fundación Shakespeare en el Palau de la Música de València. Era la primera vez que iba al teatro y me trastocó.

P Momento de revelación.

R A los dos años, yo muy perdido, me presenté a una prueba en la fundación. Me pusieron una espada en la mano y un texto de Macbeth y flipé. Así nació mi amor por el verso, un patrimonio español que me interesa y no la banderita, que luego los de la banderita no saben hablar. Tuve suerte, aunque lamento tener lagunas a nivel cultural.

P Bueno, tiene unos cuantos premios.

R Nunca esperé que me fueran tan bien las cosas. A veces pienso: «¿Cómo he durado tanto?». Pero, como prefiero que nadie se dé cuenta, me lo callo. Me siento respetado por la profesión.

P No solo. Han pedido un minuto de silencio por la desaparición de su coleta.

R ¡Qué bonito! Eso es cosa de las fresnediers, un grupo de Twitter que me apoya de manera incondicional. Me pilla a una edad en que lo vivo con naturalidad.

P Y en Villanueva de la Fuente han puesto su nombre a un centro cultural.

R [Ríe] Me dio mucho pudor, pero para mis padres fue uno de los días más felices. Lo gracioso es que José Mota es de Montiel, un pueblo vecino, y entre los habitantes hay rivalidad.

P Esas peleas se dan.

R Recuerdo una pelea entre dos señoras. Una decía que yo era el médico de Hospital Central y la otra, que el proxeneta de La Reina del Sur. Acabé abrazándolas.

P Da la medida de su versatilidad.

R En este confinamiento se han estrenado El silencio del pantano en el que hago un personaje marginal, el Falconetti, y Madres, en la que interpreto a un profesor de la universidad cobarde.

P ¿Qué será de las pelis y las series sin besos ni puñetazos?

R Me sorprenden los besos del cine anterior al covid. Pero saldremos de esta y volveremos a abrazarnos y a pegarnos, que es una de mis especialidades.

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