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Entrevista

Nathalie Martínez: "Las mujeres debemos estar en las áreas donde se decide qué ver"

Responsable de uno de los lanzamientos estrella de Netflix este verano: 'Animal Crackers'.

Nathalie Martínez: "Las mujeres debemos estar en las áreas donde se decide qué ver"

«Mide todo lo que sea medible, y lo que no, hazlo medible», dijo Galileo Galilei. Pues empecemos midiendo con datos: 20 millones de presupuesto, 36 meses de producción, 200 artistas trabajando simultaneamente en 5 países distintos, 70 millones de terabytes de información en 21 millones de archivos, y todo eso para 100 minutos de película de animación. Estos son los datos, la película Animal Crackers y la persona es Nathalie Martínez, la valenciana al frente de esta producción gestada en el Parque Tecnológico de Paterna que se estrenó el 24 de julio en la plataforma Netflix.

Son números de vértigo...

Pues los números siguen creciendo ya que tres años después de su finalización y tras el éxito de su selección oficial en el Festival de Annecy en 2017 [el Cannes de la animación apunta] o el estreno de Cinema Jove en Valencia por fin estrenamos el viernes 24 de julio en 200 países a través de Netflix.

¿Puede ser el 'hit' del verano en las plataformas de contenidos?

Es uno de los grandes lanzamientos del verano de Netflix y tiene todos los ingredientes. Está dirigida por Scott Sava y Tony Bancroft, director del éxito de Disney Mulan. Además está protagonizada por John Krasisnky, Emily Blunt, Ian McKellen (el mago Gandalf), Danny de Vito o el mismísimo Sylvestrer Stallone.

¿Cómo fue el proceso de producción?

Sobre todo fue un proceso trepidante y muy largo, casi tres años. Los espectadores de las películas de animación no se imaginan el trabajo de supone producir un solo segundo de animación.

¿Entonces en animación el tiempo también es relativo como desarrolló Albert Einstein en su teoría de la relatividad?

Totalmente. Una película de unos 90 minutos tiene 5.400 segundos. En este sentido sólo animar uno de esos segundos, que son 24 fotogramas de cine, supone el trabajo de un animador durante toda una jornada laboral. Eso sin contar revisiones, cambios, y sobre todo, el trabajo previo. A diferencia del cine de acción real, en animación todo absolutamente todo lo que vemos hay que construirlo de cero previamente.

¿Y por qué en Paterna?

Hay motivos objetivos. Conocíamos al director Scott Christian Sava, creador de la historia y promotor del proyecto y nos propuso embarcarnos en el proyecto con él. Lo primero fue reunir un grupo de talento valenciano para producir un pequeño teaser que ayudara a dar a conocer la idea de la película. Cuando llegó la financiación, la profesionalidad y las garantías como equipo, hicieron que la película no se fuera a China, de donde venía parte de la inversión, o cualquier otro lugar. Pusimos a Paterna en el mapa de Hollywood durante la producción, eso sí, a base de inventar los días de 27 horas: empezaba la jornada en Paterna con el equipo, y la terminaba por videoconferencia con Los Ángeles a altas horas de la madrugada.

¿Cree que València podría ser la California de Europa?

Desde luego, hay bases sólidas para crear una industria potente. Tanto en València como en el resto de España tenemos un inmenso talento, muy apreciado en EE UU, Reino Unido, Francia y Canadá. Deberíamos canalizar ese talento y ponerlo en valor, en lugar de formar y exportar artistas a los mejores estudios de animación del mundo. Si somos capaces de consolidar la industria y atraer inversión extranjera, podrán quedarse y contribuir a crear un hub de animación con la importancia internacional que merecemos. Al fin y al cabo, ¿dónde se vive mejor que en València?

Hay pocas mujeres con su perfil en España. ¿Cómo es ser mujer y tener tanta responsabilidad en el mundo de la animación?

Puede que haya pocas, pero hay muchas en camino. Para mi generación, no ha sido fácil abrirse camino y hemos tenido que demostrar mucho más nuestra profesionalidad, al contrario que nuestros compañeros varones. En muchas salas de reuniones seguimos siendo una rareza, algo casi exótico. En este sentido rompo una lanza a favor del sector de la animación en España: pocas veces he trabajado en un sector tan inclusivo y tan ansioso por naturalizar la diversidad.

¿Cómo puede abrir el camino a otras mujeres desde su experiencia y posición?

De entrada, en mi estudio, Wise Blue Studios, vemos las bobinas de los candidatos/as y tomamos la decisión mucho antes de saber quién las firma. De todas formas queda mucho por hacer. Es vital que tengamos presencia donde se toman las decisiones sobre los contenidos que se realizan y que son los que más tarde verán los niños y niñas, las generaciones futuras. Si queremos una sociedad comprometida, justa y diversa, así deben ser los contenidos en los que esos niños y niñas puedan verse reflejados.

Hablando de futuro, ¿qué tiene previsto?

El futuro en los días de Covid-19 es un misterio para casi todos. Nuestro sector ha resistido muy bien esta anomalía porque el teletrabajo formaba ya parte de nuestro ADN. Mi futuro está ligado a mi estudio Wise Blue Studios y mi socio desde hace más de 20 años, Maxi Valero. Este año, además de varios proyectos de los que no podemos revelar mucho, seguimos adelante con MiBots, un largometraje de gran formato y que está creciendo en presupuesto y contenidos paralelos de una forma que ni imaginábamos. Además, Hero Dad, nuestra serie de animación para el público infantil, en la que es mi primera incursión en la codirección, está empezando ahora su distribución mundial en televisiones y plataformas a través de Wildbrain.

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