Sostiene que una persona son muchas cosas y que además de directora general es periodista, madre, amiga y sobre todo escritora, con novela recién terminada. Carmen Amoraga está muy pendiente del Belles Arts, de que dice habla mucho con el presidente Ximo Puig.
¿Qué provocó la dimisión de Carlos Reyero en el Belles Arts?
La salida de Reyero fue por motivos personales y de salud. Lo vivimos con preocupación por esa parte, pero tras las consultas administrativas tuvimos la solución en seguida.
¿Está gafado el museo?
El Bellas Artes es una prioridad desde hace cinco años. La prueba es que por primera vez tuvo presupuesto propio. El covid nos impidió constituir el patronato nuevo. La modificación de su composición y funcionamiento provocará un cambio de paradigma en el modelo de gestión, en el que siempre hemos tenido la colaboración del ministerio.
El ministro Rodríguez Uribes anunció tres millones para la adecuación urbanística.
Eso es otra cosa. Nosotros tenemos muy adelantada con la dirección general de Bellas Artes la modificación de la ley que regula la administración del museo. No dejará de ser un museo de titularidad estatal y gestión autonómica, pero agilizará la gestión y posibilitará ejecutar un presupuesto.
¿Y después?
Formar el patronato y con su presidente, el director del museo, la dirección general de Bellas Artes y la dirección general de Cultura y Patrimonio conseguir una figura administrativa que le haga despegar para jugar en la Champions.
La gente vive de espaldas al museo por la barrera del rio.
Y la del tráfico. Pero también está sobre la mesa arreglarlo.
¿Cómo va la desescalada cultural?
Hemos puesto en marcha la compra de obras de arte con medio millón de euros y activamos un protocolo de ayuda al sector del libro.
El Consell aprobó el viernes un millón para ayudas al sector del libro.
Es más ágil la vía del decreto porque nos da la oportunidad de duplicar la dotación económica. Ese millón de euros es tanto para librerías como editoriales.
¿Se celebrará la Fira del Llibre?
Trabajamos con el Gremi de Llibrers y la Associació d’Editors para que se celebre.
Depende del «bicho».
No vamos a taquilla y por eso tenemos la obligación de mantener todo lo programado. Hace poco presentamos los carteles de los conciertos de «A la llum de la lluna».
También «Presoners».
Una producción propia con Albena Teatre que utilizará los distintos escenarios de San Miguel de los Reyes para revolvernos las entrañas con la memoria democrática.
¿Se ha propuesto revalorizar San Miguel de los Reyes?
Sí, como espacio de cultura abierto a todo tipo de manifestaciones.
¿La nueva normalidad castiga a la cultura?
Quien toma una determinación conoce los motivos, y quien las sufre no, y sufrir no es un verbo elegido al azar.
El sector está muy tocado.
No es un consuelo, pero todos los sectores están tocados. El papel de la Administración es sostenerles y acompañarlos. En eso estamos.
¿El online ya se queda?
Durante el confinamiento ofrecimos todos nuestros contenidos culturales en abierto. Ha venido para quedarse, igual que el teletrabajo y la mascarilla.
¿Perderemos la socialización de la presencia?
Cuando accedemos a la cultura buscamos una experiencia más que una socialización. Nuestra obligación ahora es facilitar esa experiencia con las herramientas a nuestro alcance.
¿El plan «ReaCtivem» tendrá continuidad?
Todo depende de como evolucione la situación sanitaria. Nuestra labor es acompañar a los sectores culturales y provocar un efecto multiplicador de las inversiones. No vamos a considerar a la cultura como un hermano menor.
¿Funciona el mestizaje en la Conselleria de Cultura?
Son las relaciones con las personas lo que funcionan más allá del partido político. En la dirección general tengo un equipo personal extraordinario y su trabajo se valora en la Conselleria.
¿La covid ha frenado muchos proyectos?
Sí, pero no los ha paralizado. Por ejemplo la exposición de Vicente López se retomará. La covid nos ha cogido desprevenidos y nos ha hecho cambiar nuestra forma de hacer las cosas. Un vez aprendida la lección tenemos que asumir los proyectos que siguen en cartera.
Le ha dado tiempo a terminar una novela.
A empezar y terminar.
¿Durante el confinamiento?
Mi última novela es de octubre de 2017 y luego empecé otra, pero iba muy despacio. Durante el confinamiento y por organización doméstica me quedaba sola por las noches, retomé esa novela pero pensé en otra que tenía que ver con el virus, y en un par de meses, siempre por las noches, la terminé.
¿Cuándo sale?
No lo sé, pero ya está en la editorial.
¿Y el título?
«Mi sombra en los recuerdos», por parte de un poema de Neruda.
