«Me queda muy poco de vida y quiero que grabemos una charla». Jordi Évole recordará siempre la llamada que le hizo Pau Donés. Una llamada que le dejó roto y en la que ambos lloraron y se desahogaron para no tener que hacerlo después frente a la cámara. Porque Pau no quería una entrevista lacrimógena, quería hablar de su amor a la vida y su aceptación de la muerte.

Lo primero que hizo Évole fue ponerse en contacto con la oncóloga del cantante. Tenía muchas dudas: ¿podía ser perjudicial para él, incluso para otros pacientes que se encontraran en una situación parecida? Todo lo contrario: Pau desde el principio había hecho todo lo posible por visibilidad la enfermedad y ahora le faltaba el último paso, el más difícil, ponerse delante de una cámara cuando su deterioro físico era extremo. «¿Te has asustado? Pues esto es lo que hay», dice. El impacto para el espectador es enorme, pero todavía lo es más asistir a la serenidad y la paz con la que el compositor se enfrenta a los últimos días de su vida.

«La lección que nos da Pau me parece espectacular, un tipo que tiene la muerte pisándole los talones, literalmente, y la mira de frente y le dice que no tiene miedo. Es como una manera muy consciente de querer vivir y querer morir. Creo que en nuestra sociedad huimos de lo feo, del deterioro, de la enfermedad y por supuesto de la muerte. Por eso los cementerios están alejados de los pueblos y las ciudades, porque no somos capaces de encarar todo eso, no queremos verlo», cuenta Jordi Évole que ayer presentó en el Festival de Málaga el documental «Eso que tú me das», codirigido junto a Ramón Lara.

Esta entrevista a modo de testamento vital se grabó en mayo de 2020, en plena pandemia de coronavirus, pero no es una cuestión que se mencione en la charla. Los responsables querían hacer una pieza más atemporal, no circunscrita a un momento determinado, para poder centrarse en hablar de otras cosas que nunca se valoran lo suficiente, como el tiempo, el valor real que tiene la gente que nos rodea, la familia o la naturaleza. Como dice Donés, por una vez, en una entrevista, quería dejar a un lado el mundo de frivolidad que rodea a la música y reflexionar sobre la necesidad de volver a las esencias, sin importar lo que los demás piensen, porque él ya estaba de vuelta de todo, incluso para decir que la sardana, le parecía aburrida.

La película se grabó en la casa de Pau Donés en la Vall d'Arán durante un día. Para Évole se trata de una pieza sencilla y desnuda. Dos semanas después el artista falleció. La película ya estaba montada, pero él nunca quiso verla. «Eso que tú me das» se estrenará en las salas de cine a principios de octubre.