La ciudad de Venecia inauguró ayer la 77 edición de su festival de cine. Tras duros meses de pandemia y una fuerte amenaza sobre su realización, el evento comenzó con un grito de auxilio hacia el sector en unos «momentos excepcionales», discurso al que también se sumó la actriz Cate Blanchett, presidenta del jurado de la Mostra. Así, el certamen, el primero de la pandemia, se ha presentado como un reducto desde el que defender a la industria cinematográfica al mantener su propia celebración.

El director artístico del certamen, Alberto Barbera, insistió en esta ambición durante la rueda de prensa inaugural, en la que recordó que «los festivales son lugares de cultura y economía» y reclamó su protección «en todo el planeta».

Defensa europea del cine

El llamamiento a la defensa del cine se ha extendido a siete grandes festivales europeos más, con los que se ha redactado un comunicado conjunto para reivindicar la importancia de este tipo de certámenes. «Es el momento de reivindicar el rol y la importancia de los festivales en apoyo de la promoción del cine de todo el mundo y del europeo en particular», sostienen. En este sentido, recuerdan que «son centros de cultura, lugares de formación al servicio de jóvenes directores, escritores y productores que hallan en ellos oportunidades de crear desarrollo y conocimiento, apoyo profesional y financiero». Para Cate Blanchett, presidenta del jurado que otorgará el 12 de septiembre el León de Oro, la pandemia puede ser un revulsivo para mejorar y renovar el cine. «Tenemos la posibilidad de examinar lo que no hemos estudiado antes», señaló durante su comparecencia en la rueda de prensa. Así, defendió que «cada vez que se parte de cero es hora de tirar lo que se tenía entendido antes y arriesgarse a fallar».

Blanchett señaló que uno de los retos es la «monocultura del streaming», la expansión de las plataformas que permiten ver el cine en casa. En este sentido, insistió en la necesidad de mantener las salas convencionales de cine abiertas, justo cuando se cumplen 120 años de la invención del cine por los hermanos Lumière.

Drama italiano en la apertura

Lacci, aunque fuera de concurso, fue el metraje encargado de abrir la Mostra, la primera película italiana que lo hace en los últimos años. La adaptación de la novela homónima de Domenico Starnone es un drama familiar en el que se desenredan los vínculos más íntimos del desamor y la traición.

La cinta sigue dos líneas temporales para mostrar dos etapas distintas del matrimonio que la protagoniza: el exitoso locutor Aldo y la profesora Vanda. Juntos forman una familia salta en pedazos a causa de una infidelidad.