Los premios Óscar modificarán sustancialmente su reglamento para exigir que las cintas candidatas a mejor película cumplan con unos requisitos mínimos de inclusión y de diversidad racial. Tales estándares de inclusión (Academy Inclusion Standards) no se aplicarán de manera estricta hasta los galardones de 2024 pero se contemplarán a partir de 2022, mientras que en la edición inminente no se considerarán ya que la gran mayoría de proyectos cinematográficos aspirantes están estrenados y/o rodados. Entre los requisitos -que no deben cumplirse todos- figuran baremos como que al menos uno de los protagonistas represente a minorías, o que lo haga el 30 % del reparto secundario, así como que el equipo técnico detrás de las cámaras cumpla también con ese porcentaje.

«Creemos que estos estándares de inclusión serán un catalizador para un cambio esencial y duradero en nuestra industria», afirmaron en un comunicado conjunto el presidente de la institución, David Rubin, y la consejera delegada, Dawn Hudson. El anuncio llega al calor de las protestas raciales en EE.UU. y tras varios años en los que la Academia ha recibido críticas por la falta de diversidad entre sus nominados, que por otra parte reflejaba la dinámica de trabajo en la industria audiovisual estadounidense. Según los directivos, el nuevo reglamento es una «apertura» que pretende que las películas reconocidas en los Óscar «reflejen a la población global diversa» tanto a la hora de crear filmes como a la hora de presentarlos a la audiencia. Para los Óscar de 2022 y 2023 todas las cintas que quieran competir entregarán una ficha que muestre los requisitos que cumplen, aunque no se exigirán hasta 2024. La Academia ha estipulado que las producciones aspirantes a mejor película deberán cumplir al menos dos de cuatro estándares, que son: Representación en pantalla, en equipo creativo, oportunidades de acceso a la industria audiovisual y/o promoción de las audiencias. Para el apartado de representación en pantalla y narrativa, la cinta tendrá que incluir uno de los siguientes tres criterios: Que uno de sus protagonistas sea de una minoría racial, que el 30 % del reparto secundario sea de colectivos poco representados o que el argumento se centre en la historia de alguno de esos grupos. Por minoría racial cita: Asiático, latino/hispano, negro/afroamericano, indígena, persona de medio oriente, nativo de Hawái o del Pacífico y «otras etnias o razas poco representadas». Por colectivos poco representados en pantalla se entiende: Mujeres, minorías raciales, colectivo LGBTQ+ o personas con capacidad diversa.

Las leyes de la frontera, la nueva película de Daniel Monzón, adaptación de la novela homónima del columnista y ganador del Premio Planeta 2019, Javier Cercas, ha descubierto la primera de sus imágenes, en la que puede verse al director junto a los tres protagonistas de la cinta: Marcos Ruiz, Begoña Vargas y Chechu Salgado. El filme también cuenta con la participación del intérprete Pep Tosar. El rodaje, que se inició hace unos días en Barcelona, se prolongará durante nueve semanas y se desarrollará en localizaciones de Girona, Manresa, Montblanc y la Costa del Garraf. La historia comienza en el verano de 1978. Ignacio Cañas, un estudiante introvertido y algo inadaptado, tiene diecisiete años y vive en Girona. Al conocer al Zarco y a Tere, dos jóvenes delincuentes del barrio chino de la ciudad, se ve inmerso en una carrera imparable de hurtos, robos y atracos que se prolongará durante todo el verano y que cambiará su vida para siempre. Las leyes de la frontera será la tercera novela de Javier Cercas que llega al cine tras Soldados de Salamina, de David Trueba, y El autor, de Manuel Martín Cuenca, que adaptó su obra El móvil. El guion lo firman Jorge Guerricaechevarría y el propio Monzón, que ya trabajaron juntos en Celda 211, El Niño, y la reciente Yucatán. Warner Bros. Pictures será la encargada de distribuir la película en las salas españolas.