«Pablo: ahí va eso con todo el afecto que te tengo y un puñado de recuerdos de ayer y de hoy». Así comienza la dedicatoria que Miguel Hernández escribe a Pablo Neruda en la edición príncipe de Viento del pueblo, el 8 de septiembre de 1938. Han tenido que pasar más de 80 años para que salga a la luz este manuscrito del poeta oriolano y no ha sido causalidad. El próximo jueves, sale a subasta en Barcelona lo que se anuncia como una carta de Hernández al chileno, con un precio inicial de 12.000 euros, dentro de un gran conjunto de material relacionado con Neruda.

El anuncio realizado por la casa La Suite levantó la voz de alarma la semana pasada del coleccionista chileno Patricio Pérez Aguilar, que reconoció el texto de la epístola como la dedicatoria del libro que él mismo adquirió el 18 de abril de 1993 a un médico chileno a quien se lo había regalado Delia del Carril, compañera de Pablo Neruda, como gesto de gratitud por atenderla.

Esta aparición lleva a dudar sobre la autenticidad del documento que sale a la venta, propiedad del coleccionista riojano y poeta Santiago Vivanco, adquirido hace más de 15 años, creyendo que se trataba de un original, tal como afirma que le aseguró el librero al que se lo adquirió y al que pagó como si lo fuera. Para el experto hernandiano Jesucristo Riquelme, se ve claramente que el documento chileno es auténtico, mientras que el otro, en su opinión «es un apógrafo», es decir, que puede proceder de otra mano que copió el texto original. De hecho, en su Epistolario general de Miguel Hernández, Riquelme incluye el contenido de esta supuesta carta, citando el libro de Gunther Castanedo Un triángulo literario: José María de Cossío, Miguel Hernández, Pablo Neruda. «Yo mismo trasladé a mi libro su contenido, advirtiendo en el pie de página que ese documento tiene una estructura rara».

Dicha estructura «extraña» se refleja en que la que se recoge como carta tiene un encabezamiento que es en realidad la ficha del libro Viento del pueblo. «Si comparas los dos textos, la grafía en ambos muestra apreciables diferencias, además de las variantes textuales». Así, hay términos que cambian. En el manuscrito chileno, el poeta escribe «Tengo ganas de revivir nuestras horas...» y «Tres abrazos para cada minuto», mientras que en el otro texto aparece «Tengo ganas de reunir nuestras horas...» y «Tres abrazos para cada momento». «Es como si el que lo ha escrito no ha entendido bien la letra de Miguel», apunta el experto hernandiano.

Al ponerse en contacto el coleccionista chileno con la casa de subastas, Vivanco comunicó que el pasado 1 de octubre había resuelto ordenar a la casa de subastas, «con carácter de urgencia», añadir en el texto de la salida a puja del documento un aviso de que fue adquirida como original. Y así es como figura: «Compra realizada por D. Santiago Vivanco, como carta auténtica de Miguel Hernández hace más de quince años, a un importante librero de Madrid».

El propietario del documento que sale a la venta en Barcelona por 12.000 euros (abajo) lo compró «como carta auténtica», tal como aparece ahora en la casa de subastas.