La película Frederica Montseny: La dona que parla comenzó ayer su rodaje en Sueca. La secretaria autonómica de Cultura y Deporte, Raquel Tamarit, el director general del Institut Valencià de Cultura, Abel Guarinos, y el director adjunto del Audiovisual del IVC, José Luis Moreno, visitaron el set de rodaje acompañados por la directora de la película Laura Mañá, por la actriz protagonista, Màrcia Cisteró, por el productor valenciano Pedro Pastor, de Voramar Films, por la productora catalana Miriam Porté, de Distinto Films, y por los numerosos intérpretes y técnicos.

Frederica Montseny, la dona que parla es una coproducción de Distinto Films, Voramar Films y Televisión de Cataluña que cuenta con el apoyo del IVC y con la participación de À Punt, entre otros.

El rodaje, que durará cuatro semanas, tendrá lugar a Sueca, Santo Isidre de Benagéber y València. Entre las localizaciones del film se encuentran el Molí del Passiego, l’Ateneu Sueco dels Socors y el Ayuntamiento de Sueca, y también el Palau de la Generalitat Valenciana. La película va sobre los tiempos y la vida de la política, sindicalista anarquista y escritora Frederica Montseny, primera mujer en ocupar un cargo de ministra en España (Ministra de Sanidad en la Segunda República) y una de las primeras en Europa.

«¿Hasta qué punto vale la pena traicionar los propios ideales al parecer un bien mayor? En plena Guerra Civil española, la influencia del anarco-sindicalismo trae el gobierno de la República a incluir ministros anarquistas, entre ellos Frederica Montseny, una de las dirigentes más influyentes del movimiento. Montseny acepta el cargo a regañadientes, porque no cree en las formas de poder, pero lo ve como la única opción efectiva para evitar el auge del fascismo. Esto la convierte en la primera mujer ministra del Estado español. Pero la guerra la acaba ganando Franco y Montseny debe exiliarse en Francia. Allí se enfrenta a un juicio de extradición, que si quiere ganar tiene que mostrarse como ávida defensora de la República. Ella se niega, puesto que se arrepiente de su decisión de entrar en el gobierno. Pero si pierde el juicio, volverá a la España franquista donde será ejecutada. Frederica tiene que decidir entre ir en contra de sus convicciones o conservar la vida. El film quiere rendir homenaje a una mujer extraordinaria del pasado, con unas convicciones muy actuales y tender un puente entre el pasado y el presente», explican fuentes cercanas a la película.