Adiós al último payaso clásico

Adiós al último payaso clásico

Adiós al último payaso clásico

«Nuestro director se ha ido al cielo para hacer una actuación y tardará en volver. Nosotros seguimos adelante». Así se despidió ayer una de las compañías valencianas más veteranas de su fundador. Rafael Pla, es decir, el Gran Fele, falleció el pasado martes a los 62 años como consecuencia de una embolia. Era el rostro, la figura y voz del circo valenciano. Un payaso clásico, un trovador y un maestro de ceremonias inigualable. Fue muy querido en el sector de las artes escénicas valencianas y españolas, y también por decenas de generaciones de niños y niñas que quedaban deslumbrados con cada actuación de que ideaba el Gran Fele, todas ellas con un aire místico y clásico que las hacía únicas. Durante décadas, Pla recorrió con su camión toda la geografía valenciana. Su visita era habitual en las fiestas de verano de muchos pueblos, así como en Navidad. «Nos ha acompañado durante muchos años y ha trabajado día a día para hacernos la vida más fácil. En cada actuación que hacía, su único objetivo era hacernos reír y que todos fuéramos felices», destacó ayer la compañía.

«Con su extraordinaria capacidad creativa, divulgativa y pedagógica como autor, productor, director y artista circense, nos ha mostrado siempre su firme compromiso con las artes escénicas valencianas, con el talento joven, y con la solidaridad y la cooperación. Y sobre todo, su lucha y amor por el circo artístico clásico. Ese amor que te contagiaba en conversaciones sobre nuevos proyectos que tanto te enriquecían, convirtiéndose en un mágico recorrido por las imprescindibles artes circenses. Un gran artista con una calidad humana excepcional cuyo paso por Rambleta es inolvidable», destacó del valenciano Lorena Palau, directora de Rambleta, donde la compañía asentó su escuela de verano y donde estrenaba un espectáculo todas las Navidades.

El laboratorio escénico del Gran Fele se encontraba en la calle Pepita de València, en el corazón del barrio de Morvedre, donde Pla era toda una institución. Desde allí coreografiaba las actuaciones y probaba sus «inventos», que después exhibía en escena, provisto de un sombrero y de su inseparable bastón.

Nacido en València en diciembre de 1956, Rafael Pla creó en 1994 el Circo Gran Fele (Premio Nacional de Circo), cuyos orígenes se remontan a la que fundó su padre, el ventrílocuo Gran Fele en 1956.

Junto a su hermano, entró a formar de la compañía de su padre como payaso en 1976, y tras la muerte de éste en 1979, se hizo cargo de la dirección, hasta que en 1994 creó la Fundación del Circo Gran Fele, con la inauguración de su carpa y estreno de su primer espectáculo circense.

Pla se encargó también de la dirección de la Animación y Espectáculos del Pabellón de la Comunitat Valenciana en la Expo de Sevilla del 92, y en 2003 fue nombrado miembro del Consejo Asesor del Circo del Ministerio de Cultura de España, y recibió el Premio Max de las Artes Escénicas Especial de Circo.

En 2007, fue organizador de las «I Jornadas Nacionales de Circo» convocadas y patrocinadas por el Ministerio de Cultura (INAEM), que se celebraron en València durante el mes de abril.

El Circo Gran Fele, quien ha apostado por un espectáculo sin animales y con planteamientos teatrales, recibió el Premio Nacional de Circo en 2008 concedido por el Ministerio de Cultura. El jurado le concedió esta distinción por unanimidad «por su trayectoria creativa, su labor de recuperación y restauración del circo, por la formación de jóvenes artistas, la colaboración con universidades y la divulgación del circo español en ámbitos internacionales». También recibió el Premio Importante de Levante-EMV.

El conseller de Cultura, Vicent Marzà, aseguró que el circo contemporáneo valenciano «nunca hubiera sido lo que es sin Rafa Pla», quien será incinerado hoy en el cementerio municipal tras el cortejo fúnebre programado a las 12 horas. El Gran Fele se irá para siempre sin haber estrenado su último espectáculo.

Rafael Pla era una de las caras más conocidas de las artes escénicas valencianas. Era habitual en Rambleta, el Centre del Carme... Incluso hizo de rey Melchor en la Cabalgata de los Reyes Magos.