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"Con ‘Poder i santedat’ hemos hecho justicia cultural a Molins"

El Teatro Principal estrena la pieza sobre la Iglesia católica sin incidentes y defiende al dramaturgo: "Es una oportunidad para generar debate"

El Principal, ayer, antes del estreno.

Abogados Cristianos y el Arzobispado de València vieron en «Poder i santedat» un riesgo para la libertad religiosa, mientras que la escena pública valenciana entendió la obra como un acto de «justicia cultural». «Hemos hecho justicia con uno de los dramaturgos más prolíficos de las artes escénicas de todos los tiempos», aseguró Abel Guarinos, director de l’Institut Valencià de Cultura, durante la presentación de la pieza de Manuel Molins, quien también asistió al acto.

Ayer fue la primera vez que una obra del valenciano se estrenaba en el Principal y la primera vez que una pieza reunía tanta controversia. «Acusar sin saber no es propio de un mundo libre o cristiano», criticó Molins, que también señaló que «ahora mismo, no hay caso judicial posible contra la obra según el fiscal». «Esto se quedará en nada. La libertad tiene una condición: la verdad. Y esta obra es rigurosa, se ha basado en documentación».

«Poder i satedat» se centra en la vida de un joven ordenante a sacerdote, Lucio Pacelli, comienza a descubrir ciertas cosas sobre la Iglesia que no le gustan. A través de su historia, la obra debate sobre temas como la corrupción, los abusos sexuales, la codicia o el feminismo. En ella también aparecen el Papa Francisco y Benedicto XVI, así como la figura de Jesucristo. «Si él volviese hoy en día, la sociedad lo volvería a crucificar», aseguró Paco Azorín, director de la pieza que cuenta con diversos recursos audiovisuales.

La obra, que dura dos horas y media sin descansos, cuenta con la producción del IVC y la Diputación de València. El texto, que resultó ganador en la anterior edición de los Premios Octubre de 2017, fue escogido por el director adjunto de artes escénicas, Roberto García, quien vio en la obra una «oportunidad para generar debate», ya que «dialoga con nuestro presente». «’Poder i santedat’ traduce el alma de su autor. Este no es un espectáculo contra la Iglesia, sino por ella», destacó García, quien aseguró: «Si en Abogados Cristianos se han sentido ofendidos por la obra de Molins, también deberían pedir la retirada de obras de Shakespeare o Brecht».

«Mi obra es un texto de teatro muy documentado en varios libros, reportajes, investigaciones, como se puede ver en la edición donde hay las notas de base de las escenas y una larga bibliografía», ha explicado Molins en la presentación del espectáculo.

Molins reivindicó la necesidad de hacer de València una capital cultural. «València tiene que creerse su capitalidad cultural. En el s.XV no existía un esplendor cultural como el que había aquí, de ahí, nombres como Ausias March, Joanot Martorell o Isabel de Villena», y continuó: «Hacer teatro en valenciano no es una cosa menor. Se puede hablar de temas universales y europeos con esta lengua. ¿Por qué voy a tener que cambiar la lengua de Ausias March por el castellano?», reivindicó Molins, ya que sus obras han sido traducidas al inglés, al francés, al italiano y al esloveno.

Paco Azorín ha sido el encargado de llevar a escena uno de los textos más complejos a los que se ha enfrentado, según explicó, ya que la obra «habla de todo, de la situación moral, política, ética» y constituye «una enmienda a la totalidad, un obús a los pilares fundamentales del ser humano», aunque a partir de ello construye «una utopía».

«Es una obra que incluye algo de misterio. Es tan magnético como el Quijote». Una quincena de actores y actrices participan en esta pieza de gran formato. Por el casting pasaron casi 400 actores, todos valencianos. «Hemos tenido que crear el espíritu de compañía en tan solo dos meses. Los actores tienen muchas ganas de salir al escenario a defender la obra», explicó Azorín.

Guarinos destacó la trayectoria del autor, Premi d’Honor de les Arts Escèniques de la Generalitat 2018, e indicó que «la dramaturgia molinsiana ha sido estudiada y aplaudida» desde universidades, premiada con múltiples galardones y publicada profusamente. También ha sido escenificada, desde finales de los años 60 del siglo pasado hasta ahora, por compañías profesionales y centros de producción públicos, si bien es la primera vez en que una obra de Manuel Molins se presenta en el Teatro Principal de València, y que luego viajará a Alicante y a Castelló.

Por último, Roberto García indicó que le parece curioso que la polémica haya aparecido en estos días, en los que proliferan la «toxicidad» y las «fake news». «El estado de abolición de la verdad a causa de la toxicidad de las redes sociales o de la simplificación pueril del debate, la obra de Molins dialoga con nuestro presente desde una mirada valiente, compleja y haciendo un canto al amor y a la diversidad».

«Poder i santedat» se representará en el Principal hasta el 8 de noviembre.

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