La filósofa valenciana Adela Cortina (1947) reivindicó ayer el valor «fundamental» de la palabra para la política, para «deliberar sobre lo bueno y sobre lo malo». «Sería bueno que la deliberación se instalara en la comunidad política, que se use la palabra para deliberar conjuntamente», porque «la violencia es pre política», dijo citando a la filósofa alemana Hannah Arendt durante el transcurso de la entrega del Premio José Luis Sampedro, que otorga cada año el Festival de Novela Policíaca Getafe Negro.

Con este galardón, el jurado del premio reconoció «su labor de divulgación humanística, acercando el pensamiento a un amplio público, su compromiso social y su cercanía personal».

El escritor Lorenzo Silva, comisario de Getafe Negro, destacó «la solidez, la enorme pertinencia y la asequibilidad» del corpus de su pensamiento, destacando que hizo un «trabajo valioso en lo que tiene que ver con lo que denominamos fobia, que al final habla de la pérdida de consideración de la cualidad humana del otro». En ese sentido, Silva valoró su obra Aporofobia, el rechazo al pobre.

Contra ese rechazo, para «acabar con la pobreza», Cortina reivindicó «la buena economía» que crea «riqueza para todos», ya que «la situación sanitaria no es buena, pero la situación social tampoco es buena».

La autora de textos como Ética mínima, Ética sin moral o Por una ética sin consumo reivindicó también que la filosofía y la ética entren en los planes de estudio y de Secundaria y Bachillerato.

Por otro lado, el escritor castellonense Raúl Ariza Pallarés ha recogió el XXIV Premio de Novela ‘Ciudad de Getafe’ por su novela Por mi gran culpa, en la que es Dios el que ejerce de narrador, en el que se hacen evidentes el enfrentamiento entre el bien y el mal y que «consolida la trayectoria» de Ariza como novelista, dijo Lorenzo Silva.