Francisco Brines ganó ayer el Premio Cervantes poniendo el broche de oro a toda una trayectoria poética marcada por la excelencia. El valenciano ha sabido diseccionar en todas sus obras las emociones humanas, escarbando en la naturaleza del ser humano, lo que le ha permitido tener una voz única dentro de las letras en español. «Es el poeta de la luz y la claridad, características que se mantienen a lo largo de su obra», aseguró el poeta y Premio Nacional de Literatura Antonio Colinas, quien consideró que Brines apela «a un mundo de espíritu mediterráneo», en la línea de los «orígenes de la poesía».

Pedro Sánchez quiso felicitar al poeta de Oliva a través de las redes sociales. «‘Lo importante es la poesía, sea como sea’, decía hace poco Francisco Brines. Hoy, este poeta valenciano, último representante de la generación de los 50, es galardonado con el Premio Cervantes. Merecido reconocimiento a su obra y a toda una vida dedicada a la literatura», dijo el presidente del Gobierno.

Por su parte, el ministro de Transportes, el también valenciano José Luis Ábalos, definió la trayectoria de Brines como «viento, luz y arena recorren los límites de sus versos. Con la mirada azul cedida por el Mediterráneo de su Oliva. Un Premio Cervantes 2020 merecido a quien ha sido capaz de desplegarnos la esperanza donde está la luz despierta».

«Gracias por saber transmitir tanta pasión por la literatura y la poesía que, al final, es amor por todos los pequeños detalles que nos envuelven», declaró el conseller de Cultura, Vicent Marzà.

A lo largo de su trayectoria, ha compatibilizado su producción poética con su labor como profesor universitario. Fue lector de literatura española en la Universidad de Cambridge y profesor de español en la Universidad de Oxford. Su poesía se caracteriza por el tono melancólico de sus versos. Oscila entre la glosa de su tierra natal y el cuidado de la belleza de sus versos. El tema capital de su producción es el paso del tiempo, la decadencia de todo lo vivo, la degradada condición del ser humano sometido a sus limitaciones.

Ha sido calificado como «un gran poeta metafísico» y parte de su producción conforma uno de los vértices de la poesía española de la segunda mitad del siglo XX.