Es la miniserie más vista de la historia de Netflix, ha incrementado la compra de tableros de ajedrez y despertado una fascinación global por este juego. «Gambito de dama» es la serie del momento, además de un fenómeno de masas que acerca el mundo del ajedrez a la pantalla a través de Beth Harmon, una joven huérfana que se erige como campeona mundial, desafiando, además de a sus oponentes, a los códigos de la época.
Hasta hace algo más de un mes, el «gambito de dama» era únicamente una de las aperturas de juego más antiguas del ajedrez. Ahora, y desde el estreno de esta ficción hace cuatro semanas, el imaginario colectivo piensa, al escuchar estas palabras, en la miniserie de siete capítulos de Netflix inspirada en la novela de Walter Trevis.
La ficción dirigida y producida por Scott Frank se ha convertido en un fenómeno, posicionando el ajedrez como uno de los temas de moda del momento, y desempolvando nombres como el de Bobby Fischer, maestro de ajedrez en los años setenta cuya historia recuerda, en algunos matices, a la de la protagonista de la serie.
La seguridad de anticiparse a los movimientos de su adversario, lo que la reconforta, según explicó Anya Taylor-Joy (Miami, 1996), la actriz que da vida a la jugadora: «En gran parte, la seducción del ajedrez es que, si aprendes sus reglas, puedes entender cómo va a reaccionar alguien y tener movimientos para ello. Ella responde bien a tener reglas, a saber qué hacer, y encuentra seguridad en eso», explica la intérprete sobre su personaje. Harmon madura deprisa, vive un ascenso rápido e insólito debido a su edad en relación con la de sus adversarios, además de ser la única mujer en competir, aspectos irrelevantes para el personaje, que al convertirse en famosa «no entiende por qué la gente habla de su género en lugar de sus habilidades como jugadora».