Lluís Fornés i Pérez-Costa «és un filòleg, escriptor i crític musical valencià, conegut fonamentalment per la seua anterior faceta de cantautor com a Lluís el Sifoner, activitat en la qual va triomfar en la Transició», dice la Viquipèdia. Lo que aún no cuenta la «enciclopèdia lliure» es que acaba de editar un nuevo libro que se titula «Lluís Fornés: Mosatros els valencians i valencianes», con una portada con dos fotos en negativo de Xavier Casp y Joan Fuster sobre un fondo de amanecer mediterráneo. Los dos actores intelectuales de la división filológica, e identitaria, de los valencianos que Fornés intenta superar desde hace año.

«Mosatros no és un castellanimes: és una creació original i esclusivament valenciana», asegura Fornés a partir del pronombre gascón «mos», que como saben los lingüistas procede de una variedad del occitano. Esa esencia es la teoría de Fornés para superar el conflicto lingüístico valenciano, que según él, debe comenzar por estudiar la lengua ‘bessona’ occitana en todas sus modalidades. Una propuesta lejos del consenso lingüístico universitario.

Fornés sostiene que solo cuando haya «diversos filólogos valencianos especialistas formados en esos conocimientos» del occitano se podrá alcanzar un consenso que «obligatoriamente deben de hacer algún día la AVL y la RACV». La Acadèmia Valenciana de la Llengua (AVL) es el organismo oficial de normalización lingüística del valenciano, mientras que la Real Academia de Cultura Valenciana (RACV) es una entidad minoritaria contraria al Estutut d’Autonomia que emana de la Constitución, y niega la evidencia científica que el valenciano es la «llengua romànica parlada a la Comunitat Valenciana, així com a Catalunya, les Illes Balears, el departament francés dels Pirineus Orientals, el Principat d’Andorra, la franja oriental d’Aragó i la ciutat sarda de l’Alguer, llocs on rep el nom de català», como reconoce el Diccionari Normatiu Valencià.

Sin embargo, Fornés insta en su libro a volver a los principios de Constatí Llombart, el fundador de Lo Rat Penat, el amigo republicano de Vicente Blasco Ibáñez que fundó la centenaria asociación con la intención de reunir a valencianistas de todas las tendencias interesados en la defensa de la ‘valencianitat’.

Consenso

Lluís Fornés asegura que su libro es un intento de concorsdia con «base científica». De hecho supone el volumen seis de la colección ‘Després de la Batalla’, producto de su investigación lingüística. «No cuestiono ni a Joan Fuster, ni a Xacier Casp», argumenta, porque en su opinión ambos tenía una «idea tangencial», aunque «erraron» en el diagnóstico. Por eso propone «la discusión real sobre la modalidad del valenciano basada en la ‘llengua d’Òc’», que denuncia está fuera del estudio de los departamentos filogógicos de las universidades valencianas y catalanas.

«Los filólogos valencianos terminan la carrera siendo unos analfabetos en la lengua que Pompeu Fabra califica de ‘gemela’, una ignorancia que hace grande la incompresión de los déficits que sufrimos los valencianos». Así que mantiene que «la identidad que se dice que no tiene el pueblo valenciano es, en buena parte la consecuencia del déficit que el secesionismo lingüístico catalanista causó a los valencianos».

Concluir con la conocida estrofa que cantaba Raimon «qui perd els orígens perd identitat». Aunque lo niegue, una provocación en toda regla.

«Les paraules de RTVV, la mort d’El Sifoner i el poc trellat»

El núcleo de la teoría prooccitana del libro de Lluís Fornés se sustenta en los artículos que ha publicado en Levante-EMV.Una recopilación que viene enmaracada en una introducción donde el autor se destapa. Incluso en la polémica sobre la censura de ‘les paraules de RTVV’ que provocaron un boicot a su recital en el Principal el 23 de noviembre de 1990. «Según informaciones dignas de toda confianza, el vergonzoso boicot estuvo dirigido desde las oficinas y los teléfonos de una partidillos político que llevaba años por entrar en las Corts y por saber en que nación vive. El máximo responsable fue un alto cargo de la dirección del partidillo y ex-seminarista con mucha desaxón personal», escribe Fornés.

Una acusación que apunta a la Unitat del Poble Valencià (UPV) - el extinto partido que se refundó en el actual Bloc Nacionalista, la formación mayoritaria de Compromís-, y a uno de sus más conocidos funcionarios, Enric Capilla, y uno de los colaboradores más próximos de Enric Morera, actual presidente de las Corts e impulsor del acuerdo del Botànic.

El prólogo de libro títulado «30 anys i un dia», es de Ferran Belda, - «El Sifoner i jo podríem intercanviar els papers un dia», comienza-, que aprovecha para pasar algunas cuentas.