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Salvar al "inmoral" Antonio Fillol

La exposición "Invitadas" en El Prado ha recuperado el interés por la obra y compromiso social del pintor valenciano - Elca y "El secreto de la filantropía" reeditan el estudio sobre el artista que escribieron en 2015 Javier Pérez Rojas y José Luis Alcaide

Salvar al «inmoral» Antonio Fillol

«Convencido de que el arte no debe ser un simple juego de nuestras facultades representativas, sino la expresión de la Vida, me lancé al palanque en la Exposición de 1897 con ‘La bestia humana’», escribió Antonio Fillol sobre una de sus obras más conocidas. Y quiso expresar «la Vida» con una pintura fría, escueta e impactante en la que vemos a una prostituta, la alcahueta y el cliente indiferente ante los lloros de la joven.

Pero acudir a un certamen oficial con una obra que denunciaba de manera beligerante el proxenetismo, la explotación sexual y la hipocresía social era una heroicidad condenada al fracaso. La tela del maestro valenciano fue premiada desde el punto de vista técnico en reconocimiento a sus valores plásticos y realismo, pero fue sancionada en el orden moral, privando a Fillol de la recompensa económica que le correspondía.

Durante años ‘La bestia humana’ permaneció en los sótanos de El Prado. Hace un mes fue recuperada para la exposición «Invitadas» junto a otras dos obras de Fillol: ‘La rebelde’ y ‘El sátiro’. Esta última, una pintura que aborda la violación y el abuso de menores, también fue censurada por inmoral y expuesta una única vez. Después se enrolló y no se volvió a saber de ella hasta varias décadas más tarde.

La inclusión de los tres cuadros de Fillol en esta exposición de El Prado sobre la imagen de la mujer y la misoginia en el arte ha vuelto a despertar el interés por un pintor ninguneado durante demasiado tiempo. Para paliar el olvido, Elca Ediciones y la fundación El Secreto de la Filantropía presentan este jueves en el Colegio de Arquitectos (CTAV) de València la reedición de ‘Antonio Fillol. Naturalismo radical y modernismo’, el completo estudio monográfico escrito por F. Javier Rojas y José Luis Alcaide que se publicó con motivo de la exposición sobre el pintor que realizó el Ayuntamiento de València en 2015.

«En los medios académicos la obra de Fillol más o menos se conoce pero nunca se había presentado el conjunto de su creación hasta la exposición que comisariamos el profesor José Luis Alcaide y yo -señala Pérez Rojas-. Lo paradójico, que invita a reflexionar a los valencianos, es que entonces Fillol apenas despertó curiosidad a la crítica nacional, lo que indica o bien un problema de promoción o de recepción de la cultura valenciana».

Luis Trigo, fundador de «El secreto de la filantropía», lamenta también que haya sido la actual exposición de El Prado y no la de València de 2015 la que haya devuelto el nombre de Fillol a la actualidad. «Fillol es uno de los grandísimos artistas valencianos, pero su pintura, igual que la de otros academicistas, quedó tapada a partir del impresionismo -cuenta Trigo-. Con el tiempo ese academicismo se ha vuelto a valorar, pero en el caso de Fillol, en su pintura había algo que no tenían las demás, una mirada especial de la realidad que iba mucho más allá de la técnica».

Efectivamente, Pérez Rojas señala que en esa generación de los Zuloaga, Romero de Torres, José Mongrell o Manuel Benedito, la figura de Fillol «brilla con luz propia» porque «desarrolla una pintura social que supera en intensidad a todos». «Fillol -indica- es una personalidad singular tanto dentro del contexto de la pintura española como de la valenciana. En las historias de la pintura valenciana se le cita sin entrar a fondo en el significado de su obra, y en las de la pintura española ni se le incluye. Creo que ya es tiempo de superar una serie de prejuicios historiográficos que han dejado de lado su creación».

Para Pérez Rojas, nadie como el también autor de ‘La gloria del pueblo’, ‘Los amigos de Jesús’ y ‘Revolución’ (una de sus obras más ambiciosas, ahora desaparecida) hizo cuadros de denuncia tan radicales sobre los abusos y la violencia de su tiempo. «Un cuadro como ‘El sátiro’ que aborda nada menos que el abuso sexual de menores en 1906 era algo inconcebible -destaca el historiador-. Después de que se lo censuraran, Fillol se hizo una tarjeta de visita en la que ponía ‘Pintor inmoral por Real Decreto’. Fue un artista polémico pero también el gran defensor de los débiles y los explotados».

Aunque no hay desnudos ni actitud indecorosa, «La bestia humana» (título basado en una obra de Zola) impacta porque la iniciada en la prostitución podía ser la mujer o la hija de lo que se consideraba una familia de bien, y el cliente cualquiera de los miembros del jurado que censuraron la obra.

Una fundación para el patrimonio cultural valenciano

Uno de los objetivos de la fundación «El secreto de la filantropía» es la «acción cultural» que incluye recuperar autores como Fillol. «Tenemos claro es que cubrir las necesidades de cultura por parte de los presupuestos públicos va a ser más complejo, porque hay otras prioridades. Así que queremos movilizar ayudas en favor del patrimonio cultural valenciano», explica Luis Trigo.

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