La Federación de Salas de Cine en la Comunitat Valenciana ha lamentado la decisión de la Conselleria de Sanidad de endurecer las restricciones de acceso a las salas en Navidad. Según han explicado en un comunicado hecho público ayer, los empresarios se reunieron el pasado 10 de diciembre con la secretaría autonómica de Salud Pública, cuyos representantes comunicaron que se mantendrían las reducciones de aforo, aunque consultarían a los técnicos la posibilidad de permitir comer y beber en las salas.

«Los responsables de las salas esperaban ver suprimida esta restricción porque representa un agravio comparativo con otros sectores», recoge el comunicado. Por ello, la Federación de Cines de España, en representación del sector en la Comunitat Valenciana, ha presentado un recurso ante el Tribunal Superior de Justicia para que se adopten medidas cautelares ante las restricciones establecidas por la Conselleria de Sanidad que impiden comer y beber en estos espacios.

Los empresarios explican que cuando los cines se vieron obligados a limitar aún más su capacidad y a prescindir de la venta de dulces, palomitas y refrescos, acataron la resolución consciente de que la prioridad era controlar la segunda ola de la pandemia. Pero ahora ya no comparten del mismo modo la postura de la administración.

«Han pasado seis meses desde la reapertura y no ha habido ni un solo brote en salas -señala la Federación-. Se ha demostrado que esta actividad no supone un foco de contagios. Además, el consumo de comida y bebida es inherente a la experiencia del cine, en especial para el público familiar mayoritario durante las vacaciones de Navidad, con lo que estamos perdiendo parte de esa experiencia».

Los cines recuerdan que las fiestas navideñas se habían convertido «en la última baza para salvar un año catastrófico debido a la pandemia. Las perspectivas eran más que positivas, con estrenos de indudable atractivo familiar como Wonder Woman 1984, Los Croods 2 o En guerra con mi abuelo, pero las reticencias de Conselleria de Sanidad han supuesto un jarro de agua de fría para uno de los sectores más afectados por la crisis».