Empresarios y trabajadores de eventos y espectáculos se concentraron ayer ante el Palau de la Generalitat para pedir ayudas y un plan de reactivación tras más de 2.000 cancelaciones de contratos este año, que han reducido la facturación a cero y les han llevado a un perjuicio económico de 100 millones de euros.

Con las manos maniatadas y una soga al cuello, este sector representó ayer de esta manera la situación que vive al haberse suspendido todos los espectáculos por parte de las instituciones en una actividad muy estacional, de cuatro meses de trabajo, centrada en las Fallas, la Magdalena y las fiestas patronales y populares de los pueblos.

El sector estima que desde el inicio de la pandemia han perdido más de 100 millones de euros, el 95 % del total de su facturación anual, según aseguró el presidente de la Associació d'Empreses d'Espectacles i Events de la Comunitat Valenciana (ASOES CV), Enric Muntaner. Esta situación ha abocado ya al cierre de más del 30 % de sus integrantes.

Durante la concentración, representantes de Presidencia de la Generalitat atendieron la petición de reunirse y se comprometieron a definir a qué departamentos corresponde esta actividad y a citarles a una nueva reunión antes del día 30, en que tienen prevista otra protesta.

Muntaner expuso que las cancelaciones de contratos alcanzan el cien por cien, aunque considera que esos contratos se podían haber realizado adecuándose a las medidas por el coronavirus y adaptando el tipo de espectáculo. En este sentido, la asociación puso como ejemplo los polémicos conciertos de Raphael celebrados este fin de semana en Madrid ante 5.000 personas cada uno. «Se hace un concierto, se hace con seguridad y no pasa absolutamente nada».

Esta actividad cuenta con 2.500 puestos de trabajo directos (músicos, artistas, técnicos y montadores, entre otros) y de ella dependen fabricantes y distribuidores de altavoces y estructuras metálicas para escenarios e iluminación. La Comunitat Valenciana y Galicia son las autonomías donde están más implantadas estas empresas, que desarrollan una gran parte de sus eventos en estas comunidades pero también en otros lugares de España.

Por otro lado, el Institut Valencià de Cultura hizo ayer público el informe del FestiMapp en el que se recoge que el 26 % de los festivales de cine celebrados en la Comunitat Valenciana han tenido que ser suspendidos a causa de la pandemia. El 28 % de los certámenes de la Comunitat han sido pospuestos a otras fechas, y el 78 % se han visto afectados de alguna manera a consecuencia de la pandemia, se indica en un informe que también ha revelado que más del 60 % de los festivales han nacido en esta década.

Dentro de las preconclusiones de este informe, el IVC ha destacado que el número de festivales censados ha aumentado, ya que mientras en 2014 eran 45, en 2016 subieron a 68, en 2018 a 71 y este año alcanzan los 77. Algunos de ellos se mantienen, otros han desaparecido, pero, en cambio, se han puesto en marcha un buen número de certámenes en estos seis años, según el IVC.

El IVC también ha recalcado que predominan los festivales de carácter internacional (59 %), así como los que proyectan cortometrajes, sin excluir otros formatos (con un 90 %).