El distanciamiento y la desconfianza entre dos jóvenes hermanas, Sarah y Louise, muy diferentes, enhebra una historia de profunda carga psicológica que adentra al lector en un universo de relaciones sociales en el que el dinero, el matrimonio, la infidelidad, la belleza y las envidias son también protagonistas.

Narrada en primera persona por Sarah Bennett, que acaba de licenciarse en Oxford con un expediente brillante y que se siente desubicada en la vida tras un viaje a París, la novela revela de forma descarnada el torbellino de emociones y pensamientos que desata en ella su hermana mayor, que se ha casado con un escritor afamado. Ese matrimonio es el pasaporte de Louise a un mundo lleno de glamour, lujos y éxito en la alta sociedad londinense que contrasta con el desorden y el desconcierto vital en que se ve sumida la protagonista.

La trama sentimental que urde Margaret Drabble (Sheffield, 1939), sustentada en las rencillas que guardan ambas hermanas y envuelta en un estilo literario en el que brillan los diálogos cotidianos, seduce al lector en el interés de desentrañar las intrigas que rodean a la enigmática y arrolladora personalidad de Louise.

Una jaula en un jardín de verano (A Summer Bird-Cage), publicada por primera vez en 1963, marca la senda de esa visión y temática femeninas que ha consagrado a la literatura de Drabble a lo largo de los años, con obras que, como The Garrick Year (1964) o The Millstone (1965), sitúan a la mujer en el centro del argumento.

Bajo el probable influjo de El segundo sexo, el célebre libro de Simone de Beauvoir, Margaret Drabble propone, en realidad, una honda reflexión sobre el significado de ser mujer en una sociedad que empezaba a dar tímidos pasos hacia la igualdad de género. A principios de la década de 1960 cada vez eran más las mujeres brillantes que se licenciaban en universidades de prestigio como Oxford o Cambridge y que, pese a su magnífica formación, no solo carecían, como Sarah, de una vocación profesional definida sino también de predisposición al matrimonio. Encerrarse en casa, invertir horas en las labores domésticas y criar hijos como fin último de su existencia había dejado de ser para ellas una prioridad absoluta, como bien reflejan las primeras novelas de Margaret Drabble.

Los albores de este cambio cultural colocan a la mujer ante una desconcertante diatriba que retrata magistralmente Una jaula en un jardín de verano y que les conduce a un viaje introspectivo para tratar de desvelar, desde una sensibilidad femenina, cuestiones tan básicas, y al tiempo complejas, como el sentido mismo del matrimonio, la inmoralidad del adulterio, el valor de la maternidad o la importancia del dinero.

La vida social y cultural del Londres de aquella época, la moda y el peinado como rasgos de personalidad y el interés por el arte y la historia no faltan, a través de diálogos mordaces, como ingredientes 'gourmet' del suculento manjar literario que la autora británica prepara a sus lectores.

La nueva edición del libro para la colección Rara Avis de Alba Editorial, con traducción de Marta Salís, nos acerca a la emocionante literatura de una Margaret Drabble que, incomprensiblemente, no es una autora muy conocida en España.