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Hablar de Falstaff es hablar de Maestri

Les Arts estrena 2021 con la última ópera de Verdi en la que el personaje shakesperiano aparece como un héroe antiburgués y contracultural - El barítono que más veces ha interpretado a Falstaff estará acompañado por Ainhoa Arteta y Violeta Urmana

El reparto de «Falstaff» con James Gaffigan y Jesús Iglesias. m.a.montesinos

«A día de hoy hablar de Falstaff es hablar de Ambrogio Maestri». Así de categórico se mostró ayer el director artístico del Palau de Les Arts, Jesús Iglesias Noriega, sobre el protagonista de la ópera de Verdi que se estrena el próximo 21 de enero en València. Desde que en 2001 lo encarnó por primera vez en La Scala de Milán bajo la batuta de Riccardo Muti, Maestri ha llevado con su voz redonda y cálida al orondo, pícaro y pendenciero personaje creado por Shakespeare a escenarios como el Metropolitan de Nueva York, la Ópera de París, Salzburgo, Zúrich, Múnich o Tokio.

El ‘Falstaff’ con el que el barítono italiano debuta en València es una producción de la Staatsoper de Berlín dirigida musicalmente por el norteamericano James Gaffigan (uno de los favoritos para ser el futuro director titular de la Orquestra de la Comunitat Valenciana) y escenografía de Mario Martone. En el reparto de esta obra especialmente coral, encontraremos, además de a Maestri, a Mattia Olivieri (ex alumno del Centre de Perfeccionament), Violeta Urmana o Ainhoa Arteta, entre otros.

La soprano guipuzcoana aseguró ayer que la que llega ahora a Les Arts es «la mejor» producción de esta ópera de Verdi que ha hecho hasta ahora y que quiere seguir interpretando porque es «una bocanada de realidad sobre la muerte, pero también de filosofía de vida y que hay que tomarla con humor, amor, ganas de pasarlo bien y divertirse». «En este Falstaff no solo te diviertes, sino que hay momentos serios y de pensar», aseguró.

Pero divertirse es importante. De hecho, Maestri señaló que el Falstaff verdiano «se puede serio o se puede hacer burlón» y eso depende «de la dirección de escena» (el cantante calificó la de Martone de «muy inteligente») y «de cómo me levante yo ese día». «En este caso (en referencia a la producción de Les Arts) me estoy divirtiendo mucho y no siempre sucede así. Y eso quiere decir que algo va muy bien», subrayó el cantante.

Sin embargo, la ‘Falstaff’ de Verdi puede ser divertida, melancólica, grotesca y humana pero no es una ópera bufonesca, por mucho que lo sea su protagonista. Maestri señaló, por ejemplo, el paralelismo que se puede establecer entre el miedo a morir solo que siente Falstaff con la pandemia actual, en la que muchos fallecen «sin poder estar acompañados de las personas que le importan en la vida».

Representada ahora en València por primera vez, ‘Falstaff’ es última obra que compuso Verdi antes de morir. Nunca ha sido una ópera demasiado popular y no goza de la estima de muchos de los más fieles verdianos, quizá porque carece de esas grandes arias de expansión vocal y ese continuidad musical tan característica en las composiciones del maestro de Busseto.

En este sentido, el director James Gaffigan (quien ya estuvo como invitado en Les Arts la anterior temporada para dirigir el Réquiem alemán de Brahms) explicó que, al final de su vida, Verdi quiso componer una ópera «para sí mismo» y el resultado fue una especie de «burla» hacia las composiciones musicales que había hecho hasta entonces ya que «se encontraba en una situación en la que podía escribir lo que quisiera», pero «sin convertirse en una caricatura de sí mismo como le ocurrió a muchos otros compositores».

Este título, señaló por su parte Iglesias, «aúna una exquisita partitura, de sofisticada orquestación y de suma exigencia musical y dramática para los cantantes, con un libreto magistral de Arrigo Boito, en el que humor y poesía fluyen en perfecta unión con la música». Se trata, dijo el director artístico de Les Arts, de una obra «imprescindible» con la que Verdi culminó su «testamento musical».

Para esta producción de la Staatsoper de Berlín, el también cineasta Mario Martone ha trasladado la acción a una gran ciudad europea en época actual, donde se entremezclan los bajos fondos y la clase burguesa. Tal como reveló Raffaele di Florio (director de escena en esta reposición) el enfrentamiento de este «contracultural» Falstaff -casi un trasunto del propio Verdi anciano y poco social- contra la burguesía que impera en cada época se traslada en este caso un centro social donde vive el protagonista con drogadictos y marginados «fiel a su chaqueta de los años 70, desfasada de la moda actual».

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