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Zaida Muxí: "Una sociedad que comparte es más crítica"

La arquitecta argentina y experta en urbanismo y hogar hablará el miércoles en el IVAM sobre las aportaciones de la mujer en la vivienda

La arquitecta Zaida Muxí. levante-emv

La doctora en Arquitectura Zaida Muxí (Buenos Aires, 1964) reivindica que las mujeres han propuesto cambios espaciales sustanciales buscando una mayor igualdad de oportunidades desde el mismo hogar. Algunas de estas propuestas llegaron a realizarse, pero son poco conocidas. En muchos casos, la innovación y transformación se enraízan en la experiencia directa del ámbito doméstico por parte de las mujeres. Esto les llevó a proponer cambios y, más adelante, una vez conseguidos roles sociales de relevancia, articularon encargos y programas que se constituyeron en casos manifiestos.

Muxí hablará sobre ello el próximo miércoles a las 19 horas en el Institut Valencià d’Art Modern (IVAM), donde ofrecerá la conferencia «Aportaciones de las mujeres a la vivienda. Haciendo de la asignación virtud».

La también profesora universitaria avanza a Levante-EMV que su intención «es visibilizar las aportaciones de las mujeres en la arquitectura, especialmente en la vivienda. Ha habido aportaciones diferentes a las que estamos acostumbrados a ver». «Si a día de hoy pusiéramos en el centro tanto los cuidados de la casa como de las personas, las viviendas serían diferentes», sostiene esta experta en urbanismo y vivienda. «Se tendrían en cuenta otras cosas como pensar que es imposible resolver todos los cuidados de una casa». «A lo largo de la Historia, ha habido propuestas para compartir espacios y tareas de cuidados, de personas y espacios. Un problema que tiene el cuidado del hogar y que tiene la persona responsable de ello es que son tareas que nunca acaban y muy solitarias».

Muxí lamenta que «la casa está hecha como negocio. Igual que la ciudad que está hecha para ser viable y ágil económicamente con puntos claros de inversión. La ciudad se ha dividido en zonas de rentas o usos determinados. Las casas también. Lo ves cuando te venden una vivienda: no te dan datos de calidad. Hay una simplificación de lo que la gente busca. Te enseñan un grifo, una encimera,... tonterías sobre cosas mucho más importantes de las que nos hemos dado cuenta en estos tiempos de confinamiento: que entre sol, tener un balcón, espacios colectivos e individuales... La vivienda está pensada para pocas funciones: dormir, asearse y comer. Y, si quieres, ver la televisión porque ni siquiera para reunirse. Cuando se piensa en las tareas de mantenimiento del hogar estas ocurren en sitios escondidos, sin ventilación, porque se hace algo que nadie mira, no se tienen espacios de guardado, aunque tengas muchos espacios de consumo».

En cuanto al papel de la mujer, señala que «aunque algo ha cambiado, seguimos siendo las responsables mental y culturalmente del cuidado de la casa. ¿Cuántas veces vas a casa de alguien y un hombre te dice ‘disculpa el desorden’?. ¿Y cuántas te lo dice una mujer? Y no importa la generación. Y las mujeres pocas veces han tenido espacio propio en la casa. Virginia Woolf, que tenia dinero para tener espacio, ya se quejaba de eso».

La arquitecta señala que «algunas aportaciones de las mujeres se han incorporado pero se borra el origen. Parece que nunca hubiéramos estado. En el caso de la vivienda, si vamos a la modernidad, en los últimos 200 años, a partir del XIX por el cambio de la industrialización se buscaba mejorar el rol de las mujeres con espacios más eficientes, pero la producción industrializada nos hace acceder a mucho material que da más trabajo y las máquinas no entraron en casa. Hay quien se planteó que por qué estas actividades tienen que ocurrir dentro del hogar. Hay máquinas pero industriales, así que tengamos un sitio con máquinas para varias casas. Se llamó ‘la casa sin cocina’. Las conocemos poco por el interés de las grandes industrias y los políticos. Una sociedad que comparte y se organiza en grupos pequeños es más crítica. Hay muchas casas así en la historia. Hay espacios más grande con ascensores que suben la comida. En los cohousing en los países nórdicos o EE UU hay bastantes», señala.

Muxí es especialista en arquitectura y urbanismo con perspectiva de género. Además, es autora de publicaciones como La arquitectura de la ciudad global, Arquitectura y política. Ensayos para mundos alternativos y Mujeres, casas y ciudades. Más allá del umbral.

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