Desde el seísmo provocado hace tres años por el depredador Harvey Weinstein, que abusó y violó durante décadas a decenas de mujeres desde su atalaya de semidiós y superproductor de cine, Hollywood ha vivido en una plácida calma que ha venido a reventar uno de sus últimos aspirantes a galán, el actor californiano Armie Hammer, protagonista desde hace una semana de la prensa especializada y de tabloides ansiosos de carnaza. Nunca mejor dicho, pues han trascendido varios mensajes, supuestamente del guaperas de ‘Call me by your name’ , difundidos por una internauta [@houseofeffie], en los que este le expresaba a través de una cuenta privada de Instagram sus deseos más sórdidos y caníbales, hablando incluso de «beber sangre», «comer corazones palpitantes» y masturbarse tras «romperle las costillas».

Una exnovia del actor, de 34 años, Courtney Vucekovich, ha contado al diario británico The Daily Mail que al susodicho le va el rollo fetichista «amo-esclava» y que fue a ella a quien le quería «romper y comer» las costillas. También le ha descrito como alguien manipulador hasta límites insospechados. «Es encantador pero una vez que empiezas a hablar con él, es bastante agresivo desde el principio. No violento, sino sexualmente agresivo en la forma en que habla», detalla Vucekovich, que admite: «Es oscuro y retorcido».

«Es un gran narcisista. Envía mensajes de audio con material bastante gráfico. Te juro que es porque le gusta el sonido de su propia voz. Está obsesionado consigo mismo, pero también se odia a sí mismo al mismo tiempo», agrega la mujer, de 30 años, a la prensa. A este testimonio se suman los de otras supuestas amantes o «gatitas», como aseguran que les llama, y el de una cuenta alternativa de Instagram [@El_destructo_86] que solo seguirían amigos cercanos y en la que al parecer el actor confiesa su adicción a las drogas, el sexo... y un lío con una tal Miss Cayman. Hammer, convertido ya en trending topic mundial, tuvo que salir al paso de las informaciones varios días después, y más cuando en pleno escándalo se anunció su retirada de «Shotgun wedding», la comedia en la que iba a compartir protagonismo con Jennifer López, que, además, es la productora de la película.