El estilo de Carmen Alborch no pasaba desapercibido. Ni parecía que esa fuera su intención. En más de una ocasión dijo ser amante de la moda. Y decía ser buena costurera. Llevaba a gala la moda española, especialmente la del diseñador valenciano Francis Montesinos. Ahora, su armario, el de la exministra de Cultura y exdirectora del IVAM será objeto de, al menos, dos museos más. 

Carmen Alborch, Ramón Vilar y Sandra Gómez.

Si parte de su armario y la inspiración que fue para el modisto valenciano ya se ha podido ver en la exposición que conmemora los 50 años de Montesinos en el MuVIM, el Museo del Traje en Madrid y el Centre del Carmen pondrán su atención en lo que la moda fue para Alborch. Fue la política que puso el color a un mundo en los que los trajes oscuros y las corbatas demasiado serias eran la tónica habitual.

Por una parte, la familia Alborch ha donado al Museo del Traje, de titularidad nacional, sus vestidos y complementos, aquellos que marcaron su identidad hasta el final. Y a partir de junio, la exposición «Carmen Alborch, el arte y la vida», en el Centre del Carme, no olvidará la forma de vestir de la diputada que más color puso al Congreso. Esta última abordará la forma en la que Alborch entendía la moda como quiebra de la norma y gesto de afirmación individual.

Carmen Alborch en una exposición del IVAM.

La exposición del Centre del Carme -según su comisario, Salvador Albiñana- no puede pasar ajena a lo que la moda era para Alborch. «La moda acompaña a toda la biografía de Carmen. Es muy importante en su vida cotidiana», señala el comisario. La intención es, más allá de exhibir vestidos, mostrar aquellos complementos con los que Carmen Alborch marcaba la diferencia y fotografías en las que la política dejaba constancia de su estilo. Montesinos, Juan Andrés Mompó o Vicente Mateu son, recuerda Albiñana, algunos de los creadores con los que más trató Alborch y que firmaron algunos de sus grandes estilismos y complementos.  

Alborch junto a Francis Montesinos y Paola Dominguín.

Albiñana recuerda una visita de Alborch a Berlín en la que lució un modelo diseñado por Francis Montesinos, precisamente en un acto sobre la moda española. «Carmen incorporó la moda a la agenda política», sostiene el comisario de «El arte y la vida». En este sentido, también rememora el «gesto» que Alborch tuvo hacia los emperadores de Japón en su visita a España en 1994, siendo ella aún ministra de Cultura. Para este encuentro, Alborch lució un diseño de la nipona Issey Miyake. «La moda no es algo excepcional en la vida de Carmen, sino que sabe jugar con ella», continúa. Además de su gusto, Albiñana aplaude la creatividad y el uso «imaginativo» de la exministra. «Era capaz de coger unos plásticos y hacerse unos pendientes». «Era un poco juguetona», concluye.

La ex ministra de Cultura durante un acto institucional.