Albert Soler: "El fallo del ‘procés’ ha sido tomarlo en serio"

"Los catalanes hemos creído ser una potencia mundial, queríamos un ‘Barras y estrellas’ pero no pasamos de las barretinas provincianas"

Albert Soler: "El fallo del ‘procés’ ha sido tomarlo en serio"

Albert Soler: "El fallo del ‘procés’ ha sido tomarlo en serio"

Joan Carles Martí. valència

Están de elecciones, ¿seguro que le interesan más las del Barça?

El Barça es la única cosa que me tomo en serio. ¿No esperará usted que me tome en serio a los lacistas? Precisamente están ahí porque demasiado se los tomó en serio.

Un periódico de Madrid ha tenido que sacar el contrato de Messi.

Más nos cuesta la Sagrada Familia, y no es tan conocida como Messi. Messi retorna con creces lo que cuesta, no sólo al Barça, sino a Cataluña en general, como imagen global. O sea, que vale más de lo que cuesta.

¿Querrá hablar de su libro?

Si insiste. He intentado retratar cómo ha quedado Cataluña después de diez años de payasadas lacistas. Cuando lo terminé, me di cuenta de que los catalanes hemos creído realmente ser una potencia mundial, cuando en realidad somos un hatajo de provincianos. O sea, que queríamos un «Barras y estrellas» pero no pasamos de barretinas.

Seguro que cuando vio al cabeza de bisonte asaltando el Capitolio pensó en algunos con barretinas.

El tipo aquel es un aprendiz. Aquí tenemos un chalado que va con un megáfono a berrear «bona nit» a la puerta de una prisión, o a otro que se fue al palacete de Waterloo y trajo para acá tierra del jardín, como si fuera una reliquia. Ahora ambos forman parte de listas electorales. Le queda mucho que aprender, al del bisonte.

 Con tres ediciones de «Barras y estrellas», ¿estará a punto de retirarse?

Quite, quite. ¿Usted sabe la de mujeres que se conocen firmando libros? Déjese de Tinder, ¡hay que escribir!

Explíqueme como se ríen de los políticos en TV3 (’Polònia’) y a usted no le pasan ni una.

La gente no me cree cuando lo digo, pero jamás he visto ‘Polònia’. Antes, porque a esa hora estaba de bares, mejor dicho de tugurios. Ahora que están cerrados, porque mi mujer y mi hijo pequeño no me dejan el mando a distancia. Pero eso de que no me dejan pasar ni una, lo dirá usted. O «ellos» se creerán que me importa algo su opinión. En realidad, sí me importa: si nadie se cabrea con un artículo que he escrito, sé que algo he hecho mal.

¿Cómo lleva un ácrata ser la estrella del españolismo más rancio?

Con resignación. El día que busquen por internet y vean lo que he escrito sobre España, sobre Aznar o sobre el rey y el ex rey, se van a aliar con los lacistas para venir a buscarme.

¿Si ahora no ganan los independentistas se le acaba el chollo?

Aquí no se acaba nunca el chollo, ¡estamos en Cataluña y en España! Otra cosa sería ser sueco, a ver de qué iba a escribir yo dos columnas semanales. ¿Pero aquí? Con independentistas o sin, podría escribir cinco columnas diarias.

Parodia el ‘procés’, ¿no es un asunto muy serio?

¡Qué va! Es la nada más absoluta. El fallo ha sido precisamente tomarlo en serio, que si mesas de diálogo, que si empresas que se van asustadas… Pero si son unos inútiles incapaces de atarse solos los zapatos. Hay que dejarles berrear cuanto quieran y seguir con nuestra vida como si tal cosa.

El ‘Vivales’ hace campaña desde Waterloo y todavía capta la atención. ¿Un mesías?

Mucho mejor que un mesías, porque éste prometía un paraíso intangible. Seguir al ‘Vivales’, en cambio, significa conseguir cargos, o sea dinero. Mire a Matamala, que pasó de tener una copistería a senador. Y cientos de lacistas que han visto premiada su fidelidad con cargos y carguitos. Después están los muchos que le siguen sin esperar nada a cambio, pero esos son necesarios para que los demás puedan vivir bien.

¿Y Oriol Junqueras?

Junqueras ha acabado con el debate de si la prisión educa o no. Tantos siglos dudando de la función pedagógica de la cárcel, y ya ve usted, Junqueras ha aprendido allí que la ley está para cumplirla aunque seas miembro de un gobiernillo, y que 47% es menos de 50%. Ha aprendido convivencia y matemáticas. Con unos años más en la trena, igual aprende también a escribir y deja de martirizarnos con esos libros infumables que publica entre rejas.

Veo que le pone más Rufían.

Rufián es enternecedor. Es el charnego que quiere ser como los catalanes auténticos, pero por más que se esfuerza éstos nunca le ven como a un igual. Y al menor resbalón, todos le echan en cara su origen impuro. Hay que quererle.

¿Qué se ha hecho del ‘presidentorra’?

Vive en Girona, y nada mal, gracias a la pensión que él mismo se aumentó antes de ser inhabilitado. Para que después alguien crea que el tipo es tonto. Como en TV3 ya no le hacen caso, emite sus mensajes «institucionales» él mismo con ayuda de una cámara de vídeo. Cualquier día lo hace encapuchado y desde un desierto.

Miquel Iceta admite ahora que fue un error apoyar el derecho a decidir en Cataluña.

Cuando le ha visto los cojones, ha sabido que era macho. Con perdón.

¿Efecto Illa?

El principal efecto ha sido que ha puesto nerviosos a todos los lacistas. E incluso a mi, pero por otras razones: es el ministro responsable de la sanidad en el país europeo con peores resultados -sanitarios y económicos- en la lucha contra la Covid.

¿Cuántos amigos ha perdido?

He hecho muchos más. Gracias al ‘procés’, a las columnas y a los libros, he conocido un montón de gente interesante. O sea, divertida, porque nada hay más interesante que la risa. Gente de toda España. ¡Y gracias al ‘Vivales’!

¿Ha visto la serie «La conjura contra América»?

No, pero leí el libro hace unos años, y me gustó mucho. Ya avanzaba cómo los populistas tienen fácil alcanzar el poder, así como lo que supone eso para los ciudadanos. En el caso de Lindbergh, no llegó a ocurrir. Pero después han llegado Trump, el ‘brexit’ o el lacismo, que han demostrado lo que podía ocurrir siguiendo a populistas. Aunque cabe decir que Trump y Boris Johnson serán populistas, pero por lo menos no son tan gilipollas de querer alcanzar sus objetivos fuera de la ley, como sí es el ‘Vivales’ y quienes le siguieron. Eso sólo pasa en las repúblicas bananeras o en las que aspiran a serlo, como Cataluña

Messi se va sí o sí, ¿no?

Lo peor de que se vaya será que Pablo Iglesias va a decir que es un exiliado.

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