Los centros culturales dan la bienvenida al "eje de los museos"

El proyecto que ha presentado la Vicepresidencia Segunda y Conselleria de Vivienda junto a la Conselleria de Cultura para impulsar a partir de 2022 el Carme de València como «barrio artístico» mediante un plan de regeneración urbana tiene a tres de los museos principales de la ciudad -el IVAM, el Centre del Carme de Cultura Contemporània (CCCC) y la Beneficència- como ejes principales de la actuación.

Estos tres centros culturales, tal como adelantaron fuentes del Consell a Levante-EMV el pasado domingo, delimitarán geográficamente la actuación -es decir, el área en la que se llevarán a cabo las expropiaciones y rehabilitaciones de viviendas y solares para atraer la actividad cultural-, y serán referentes a la hora de hacer convivir la vocación artística del plan con la necesidad de involucrar a los vecinos.

Los responsables de las tres instituciones culturales que forman el «eje» están «a la espera» de que la Conselleria de Vivienda se reúna con ellos para mostrarles los detalles de un proyecto que actualmente se encuentra en su fase inicial de reunir información y contactar con los actores implicados (vecinos, propietarios e instituciones culturales), una fase que debería estar lista antes de verano y que dará paso a un concurso de ideas que se resolverá a finales de año.

Pero los tres coinciden en considerar «positiva» cualquier actuación que «visibilice la realidad del Carme, que es un barrio que siempre ha estado vinculado con la cultura y el arte», como lo definió ayer el director del CCCC, José Luis Pérez Pont.

Para el responsable del Centre del Carme, un proyecto como el del «eje de los museos», que implica la intervención y rehabilitación de inmuebles y el aprovechamiento de solares y naves sin uso para atraer la actividad artística, llega en un momento necesario en el que la gentrificación del barrio y los efectos de la pandemia «obligan a repensar las cosas».

«Es buena estrategia redirigir el uso de las viviendas y la recuperación de solares para generar locales que no sean para usos puramente especulativos -subrayó ayer Pérez Pont-. Creo que eso enriquece el barrio y la ciudad, y le puede devolver al Carme un sentido cultural que ya tuvo como un lugar en el que viven y trabajan muchos artistas».

La directora del IVAM, Nuria Enguita, también incidió en que cualquier proyecto de regeneración urbana como el del «eje de los museos» debe tener presente como condición fundamental «mantener el barrio como un lugar habitable». «La idea de que un barrio y una ciudad han de estar vivos es una muestra de contemporaneidad. Un lugar con la vida del Carme no puede convertirse en un parque temático», aseveró ayer Enguita.

La responsable del IVAM reconoció la existencia de un debate entre «turistificación y habitabilidad» en el barrio donde se encuentra el museo y por eso consideró necesario que el plan de la Generalitat «aproveche la potencia cultural del Carme no para atraer más turistas sino para que no pierda su esencia».

El diputado provincial de Cultura y responsable del Centre de la Beneficència, Xavier Rius, reconoció ayer que un plan como el del «eje de los museos» puede contribuir a proyectar València «como el lugar culturalmente interesante que ya es», aunque él apostó por ampliar este eje a otras dos instituciones: el MuVIM y el Museo de Bellas Artes.

«Con un museo como el de San Pío que hasta hace poco era la segunda pinacoteca de España, con el IVAM que es un modelo de institución dedicada al arte contemporáneo, con los de Prehistoria y Etnología que son referentes estatales, con el MuVIM que cumple con su papel de museo orientado a la sociedad, y con el Carme que atrae a cada vez más público muy diverso con un tipo de exposiciones que se salen de la ortodoxia, se puede hacer un trabajo para atraer al Carme y a València a un tipo de visitante cultural, un turista que no es el de masas, sino el que disfruta de estancias más largas y de relacionarse con nuestra sociedad», explica.

Importancia del entorno

El director general de Calidad y Rehabilitación de la Generalitat, Alberto Rubio, uno de los principales impulsores del proyecto junto al vicepresidente Rubén Dalmau y la subsecretaria autonómica Blanca Jiménez, insistía el domingo en que la «dinamización cultural» del Carme que se pretende con el «eje de los museos» se hará «en consonancia con la vida del barrio». «Es fundamental que ni el IVAM, ni el Centre del Carme ni la Beneficencia le den la espalda al barrio, y que la gente no las vea como instituciones ajenas a ellos», subrayaba Rubio.

Tanto el CCCC, como el IVAM y la Beneficència hicieron valer ayer las actividades que ya realizan de cara al barrio. «Un museo tiene que saber dónde está y desde allí hablar tanto al territorio más próximo como al resto de la ciudad», subrayó Enguita, quien destacó varias de las actividades desarrolladas por el IVAM -proyectos como «Variaciones sobre plano», «L’extraordinari!» o «Moguda!»-, para «escuchar y aproximarse a su entorno y ver qué podemos hacer para fortalecernos mútuamente».

Xavier Rius, por su parte, recordó que la Beneficència acoge todos los fines de semana funciones de teatre infantil, y de forma regular actividades musicales vinculadas a l’Etno y al Museu de Prehistòria y actos de asociaciones a los que se les cede este espacio de la diputación.

«Actualmente tenemos incluso un problema de ocupación y tenemos que filtrar porque se dan muchas actividades. Pero es cierto que hay que comunicar mejor porque muchas veces no llegan a todos los que deberían», reconoció el diputado de Compromís.

«Tenemos una vinculación muy estrecha con el barrio y hemos trabajado para que el Centre del Carme sea un espacio de vida cotidiana para los vecinos -destacaba por su parte Pérez Pont-. Quitar el precio de entrada fue fundamental no tanto para atraer a los turistas sino para los vecinos, que, además de acudir a las actividades que organizamos, han hecho del Carme un punto de encuentro para su vida cotidiana».

Para Pérez Pont, proyectos culturales y urbanísticos como el del «eje de los museos» y las actividades que ya organizan estos centros «fortalecen el tejido vecinal, aunque en los últimos años el Carme ha vuelto a humanizarse, ha perdido ese carácter que tenía de barrio noche pero ha ganado el de barrio de día y de tarde».