Urbano Madrigal, miembro de la banda de rock familiar Ramonets, murió ayer a los 41 años, tal como han confirmado fuentes de esta formación musical a la que pertenecía Urbano desde sus comienzos. Nacido en Burjassot, Urbano no cantaba ni tocaba ningún instrumento, pero era un miembro fundamental en los conciertos de Ramonets, ya que actuaba como animador e interpretaba varios papeles durante las actuaciones.

Según han señalado fuentes del grupo, el fallecimiento ha tenido lugar esta mañana en la propia vivienda del artista y, de momento, se desconocen las causas de su muerte. “Se acostó anoche a dormir y por la mañana su pareja se ha dado cuenta de que había fallecido”, ha explicado un portavoz de Ramonets a este periódico.

Ramonets está preparando el lanzamiento de su nuevo disco y tiene previsto un concierto de presentación el próximo 20 de marzo en el Teatre Principal de València. Las fuentes consultadas han señalado que, pese al mazazo que ha supuesto para la banda la muerte de Urbano, la intención es mantener la programación como forma también de rendirle homenaje.

En la mañana del sábado, tras hacerse pública la noticia, Ramonets ha publicado en las redes sociales una despedida en nombre de Urbano y en la que asegura que “he podido hacer realidad muchos sueños haciéndoos bailar, vibrar y sobre todo, sonreír a ritmo de rock and roll. Me he sentido pleno, grande y querido. Siempre que he estado encima del escenario he recibido más de lo que he dado, en forma de gritos, carcajadas y, sobre todo, amor”.

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“Me voy contento, como siempre -concluye el comunicado-, y felicísimo por haber compartido este proyecto con mis compañeros Ramonets, a los que dejo la misión de continuar haciendo posible que niños, niñas y mayores sigan disfrutando de la música, el humor y el buen rollo”.