El círculo tiene algo de mágico, de místico. La esfera es la forma a la que tiende la naturaleza. Vivimos en una y nos movemos alrededor de otra. No son pocas las culturas que a lo largo de la Historia se han fijado en ella. El arte, por tanto, también. Desde este lunes, la fachada del Institut Valencià d’Art Modern (IVAM) se ilumina con Hathor, una obra realizada por el reciente Premio Nacional de Artes Plásticas José María Yturralde. Se trata de una obra de 9 metros de alto por otros 9 de ancho, que forma parte de la serie «Enso» (círculo en japonés), que el artista arraigado a la Comunitat Valenciana trabaja desde 2015.

Hathor, que recibe su nombre de una diosa egipcia, es una impresión sobre lona en la que se puede observar un inmenso círculo verde con un halo amarillo anaranjado sobre fondo oscuro. Es la manifestación del artista sobre la forma circular y sus acepciones en las culturas egipcia, japonesa y griega. «Es una figura que puede ser observada desde distintos punto de vista», sostiene Yturralde, que ha presentado la obra en el IVAM. «Todos los círculos son para occidente una curva cerrada y plana pero a mí me interesaba más el simbolismo que tiene para las sociedades orientales. En Japón el círculo es el símbolo del infinito. Simboliza lo vacío, el todo, el universo», apunta.

Obra «sagrada»

Y aunque Hathor es una diosa egipcia que se ilustra con una esfera sobre su cabeza, «la obra no la representa a ella, sino mi devoción por la mitología, que trata de buscar lo esencial en la vida. Ver lo más anímico y sagrado. Pretendo que la obra tenga cierta mística porque en cierto modo es sagrada para mí», explica el artista. Precisamente sobre los mitos, Yturralde señala que «ahora tenemos otros como Messi, el dinero o Steve Jobs. En el arte, sin embargo, tenemos una relación con el mito más intensa y humana», matiza el artista.

Durante un largo periodo, Yturralde asegura que trabajó en torno a la idea de la nada y del todo, disolviendo estructuras geométricas de etapas anteriores. «Indagué en el pensamiento zen a partir de la máxima ‘la forma es el vacío, el vacío es la forma’. Y esta forma, junto con el color, serían para mí la condición esencial para trascender la entropía». Fascinado por la pintura del budismo zen, y especialmente con su visión del vacío, profundicé en el concepto enso por su simbolismo de infinitud y por su intención de liberar la mente para llegar a lo esencial. Asimismo, implica una componente de imperfección deliberada, que posibilita el cambio y la trascendencia», explica el artista.

Enso, añade, «es un modo de iluminación, un ejercicio espiritual, y simboliza el universo, el vacío, la infinitud… Mi acercamiento a este concepto es subjetivo y relativo, pues pertenezco a la cultura occidental; desde esta me expreso y a través de ella busco los valores místicos y sagrados que son comunes a todos los seres humanos y están presentes en todas las culturas. Los ensos representan para mí la imperfecta perfección del momento presente».

El artista ha estado acompañado por la nueva directora del IVAM, Nuria Enguita, quien señaló que Yturralde es «uno de los pioneros del arte abstracto español» y cuyo trabajo «define una forma de pensar». Para la directora del museo, esta imagen llega «en un momento complejo para generar esperanza».

«Hathor» en el IVAM

Hathor, en la fachada del IVAM hasta el 30 de mayo, completa la presencia del artista en la exposición «Imaginarios mecánicos y técnicas en la colección del IVAM», que el museo inaugurará el próximo 11 de marzo y en la que se podrán ver cinco obras de Yturralde relacionadas con su trabajo en el Centro de Cálculo de la Universidad Complutense de Madrid. Y una más en otra muestra documental en la biblioteca del IVAM, «Apuntes sobre la abstracción geométrica en España», en la que podrá verse una selección de sus cuadernos de notas, así como algunos de los primeros dibujos que realizó con un ordenador para el Centro de Cálculo.