El universo de Luis García Berlanga se ha asentado en el MuVIM para dar inicio al año que conmemora el centenario del nacimiento del cineasta. El museo de la Diputación de València inauguró ayer «¡Viva Berlanga! Una historia de cine», la exposición que evoca el imaginario de este genio internacional, creador de joyas del cine español como El verdugo, Plácido, Bienvenido, Mister Marshall o Calabuch.

El acto en el MuVIM contó con la asistencia del presidente de la Generalitat, Ximo Puig; los ministros valencianos de Cultura, José Manuel Rodríguez Uribes, y de Transportes, José Luis Ábalos; la delegada del Gobierno en la C. Valenciana, Gloria Calero; el presidente de Les Corts, Enric Morera; el presidente de la Diputación, Toni Gaspar; la vicepresidenta de la Diputación, Maria Josep Amigó; el alcalde de València, Joan Ribó; y la concejala de Cultura y diputada de Teatros, Glòria Tello.

La exposición ha sido comisariada por Joan Carles Martí, redactor jefe de Levante-EMV, y ha sido diseñada por Raúl González Monaj. Además, ha contado con la colaboración del Institut Valencià de Cultura de la Generalitat y el Ministerio de Cultura y Deporte.

El nombre de la muestra rinde homenaje a la calurosa despedida que el mundo del cine brindó a Berlanga en el cementerio de Pozuelo de Alarcón, donde amigos y profesionales le ovacionaron al grito de: «¡Viva Berlanga!». La exposición está pensada para que el visitante se sumerja en la filmografía del valenciano, con instalaciones artísticas y objetos. El carromato de Plácido, el balcón de Bienvenido, Mister Marshall, la barca de El verdugo o el atuendo de Calabuch se encuentran entre los muros del MuVIM.

Para el director del museo de la Diputación de València, Rafael Company, con esta exposición se quiere «restituir en su justa medida la originalidad del cine berlanguiano» y dar a conocer la figura entre las generaciones más jóvenes del cineasta, cuya visión fue «rabiosamente independiente» en la época.

En la exposición del MuVIM, y tras la consulta de expedientes del Archivo General de la Administración radicado en Alcalá de Henares, se citan literalmente algunas de las «argumentaciones» utilizadas por los censores. «¡Viva Berlanga!» exhibe también el uso que la industria cinematográfica hizo del diseño gráfico y la tipografía, con una selección de decenas de carteles y publicaciones que permiten trazar una historia de los materiales de difusión al servicio de la distribución cinematográfica entre los años 50 y la década de los 90 del siglo XX.

Así, junto a objetos procedentes de Francia, Italia, Alemania o Bélgica, hay otros provenientes de Dinamarca, Suecia, Polonia, Yugoslavia, Rumanía, Argentina, Estados Unidos y Japón.