Levante-EMV

Levante-EMV

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Miguel Alayrach: "La literatura infantil usa una terminología y temática excesivamente dulcificada"

«Hay quien considera el género menor porque el lector infantil es el único que no lleva el dinero en el bolsillo para comprar el libro»

El escritor valenciano Miguel Alayrach.

El autor valenciano Miguel Alayrach se atreve con el drama de los refugiados en su última obra, «Yo no pienso así». Con cerca de una veintena de relatos, «Una docena de historias y verdades» le dio el primer premio del concurso de cuentos de la Fundación Max Aub en 2013.

Su último libro aborda el drama de los refugiados, ¿cómo trata un tema así para el público infantil?

Con naturalidad. Es cierto que la historia es muy metafórica y la idea principal está implícita en la narración, pero el mensaje es muy directo hacia los lectores: existen lugares donde hay prohibiciones absurdas y que, por tanto, debemos abandonarlos si deseamos escoger libremente nuestras preferencias. Además, es necesario mantener la esperanza hasta el final del camino, de la huida, ya que allí siempre habrá alguien que nos comprenda y acoja desde lo más profundo de su corazón.

¿Pecamos de querer dulcificar en exceso la realidad a los niños?

Sin ninguna duda. Mucha de la literatura destinada a los más pequeños maneja una terminología y una temática excesivamente dulcificada, un infantilismo tan artificial cuya intencionalidad es no sobrepasar lo políticamente correcto, alejándose así de la auténtica realidad del niño.

En este tiempo de confinamiento y pandemia han demostrado ser más fuertes que muchos adultos.

La mayor capacidad de adaptación del niño frente al adulto es incuestionable y no solo porque no están sesgados por los diferentes factores sociales que bombardean a los mayores, sino especialmente por su percepción ante la vida, por sentirla extremadamente sencilla, fácil, y carente de problemas, y en el supuesto de que pudiese surgir alguno en un momento dado, para ellos la solución es de lo más evidente.

¿Habrá literatura infantil con el coronavirus de trasfondo?

Supongo que sí… pero desde mi punto de vista no tanto por el interés del lector, que se adapta a cualquier situación con suma facilidad como ya hemos comentado, quizás más por las necesidades de determinados escritores (adultos, obviamente) de plasmar este cambio de paradigma (social, familiar, laboral, escolar, psicológico, de comportamiento, etc.) que ha provocado la pandemia.

¿Hay temas de literatura infantil? ¿Quiero decir, es cuestión de forma o contenido?

¿Hay temas de literatura para mayores? Personalmente creo que la literatura infantil lo primero que debe ser es literatura. Yo no escribo libros de autoayuda para niños o manuales de crianza, escribo historias que gusten y enganchen a mis lectores. Para mí el valor didáctico o pedagógico de un libro tiene que ser el resultado de una correcta narrativa, es la consecuencia a posteriori, no a priori.

Hay quien piensa en la literatura infantil como un género menor.

Es cierto que muchos escritores, lectores e incluso editores consideran la literatura infantil como un género menor. No tengo muy clara la razón, quizás sea por la extensión de la obra que suele ser más breve, o por la complejidad de la semántica o tal vez porque el lector infantil es el único que no lleva el dinero en el bolsillo para comprar el libro. Es algo muy evidente pero a veces no está de más recordarlo: el niño que lee hoy será el adulto que leerá mañana, así que haríamos bien en cuidar y valorar la literatura infantil como se merece.

No hay más que ver el fenómeno Harry Potter.

Exacto, cuando la literatura infantil y juvenil tiene suficiente calidad, en ocasiones, logra romper esa barrera imaginaria que encasilla a sus supuestos destinatarios de edades concretas para irrumpir en el público en general.

¿Uno vuelve a su infancia cuando escribe para los niños?

En parte sí… aunque solo en parte. Disfrutas muchísimo -como el niño que fuiste- durante el momento de imaginar, de idear la historia, pero cuando hay que plasmarla en el papel tu lado adulto, tu lado profesional, obviamente debe aparece para trabajar con corrección en diferentes conceptos: la comprensión del mensaje, la extensión de la obra, la adaptación del lenguaje, la complementariedad entre el texto y la ilustración, etc.

¿Con qué armas se enfrenta un autor de literatura infantil a los videojuegos, «tablets», móviles, «youtubers»...?

Con ninguna, creo que todo puede coexistir, que la literatura y la tecnología de entretenimiento no están reñidas, de hecho son perfectamente complementarias.

Compartir el artículo

stats