Miguel Calvo Zamora cumplirá el próximo 26 de mayo, 85 años de edad y desde hace cinco sufre los efectos de la Esclerosis Lateral Amiotrófica, conocida popularmente como ELA, una enfermedad que afecta al sistema nervioso central, caracterizada por una degeneración progresiva de las neuronas motoras en la corteza cerebral, tronco del encéfalo y médula espinal. Nada más conocer el diagnóstico, en lugar de derrumbarse decidió hacerle frente a la enfermedad, combatirla y luchar día a día contra ella, pensando siempre que la vida hay que vivirla hasta el último momento con todo aquello que traiga consigo, aunque no sea de nuestro agrado.

Actualmente, Miguel, que fue alcalde pedáneo de Ramonete (Lorca) más de una década, se alimenta gracias a la gastrostomía endoscópica percutánea (PEG) y respira artificialmente con una máquina a través de la traqueostomía. Se traslada con una grúa y se comunica con los ojos utilizando la tecnología.

A pesar de todo ello, ha seguido en todo momento haciendo todas aquellas cosas que su situación le permite y esa es una de las razones por las que a sus 84 años de edad es todo un ejemplo de vitalidad, humanidad y superación, siendo él mismo el que anima a todos los que hay a su alrededor a no cesar en la lucha, una muestra clara de lo que ha sido su vida a lo largo de todo este tiempo.

En todo momento expresa sus deseos de seguir aprovechando y disfrutando de la vida, de su familia y de sus amigos, como ha hecho siempre. Cada día se empeña en transmitir a los demás su positividad, sus ganas de seguir viajando, de ver nuevos horizontes, de tener cerca a quienes le quisieron y le seguirán queriendo, a la vez que trata de estar informado a diario de lo que pasa a su alrededor, incluso en lo referente al mundo deportivo. Su gran vitalidad le hacen demostrar el esfuerzo y capacidad que pone para comunicarse a través de su ojos con un ordenador. Conserva una excelente memoria que utiliza como uno de los motores principales para superar las dificultades.

Como si en su vida durante los últimos cinco años no hubiera pasado nada, sigue haciendo poesías, dirigidas a sus nietos, a enfermos como él de ELA, enfermeras y amigos. Es un fan del tenista Rafa Nadal y ahora también de Carlos Alcaraz y disfruta y se emociona viendo los éxitos del mazarronero y ramonetero motociclista Pedro Acosta, ya que su abuela y su madre son de Ramonete. El flamenco y la copla también son algunas de sus aficiones de las que sigue disfrutando a pesar de la enfermedad.

En agradecimiento al reto "La Costa Cálida nada por la ELA", hace unos años dedicó la siguiente poesía, escrita con los ojos, a Jaime Caballero, protagonista de la hazaña. Dice así: Hay que sentirse muy dueño/ y poner gran valentía/ para ir de La Azohía/ nadando al pueblo aguileño/. Y aunque me parezca un sueño/ como enfermo considero/ que tú serás el primero/ que con sus gestos consuela/ a los enfermos de ELA. Gracias Jaime Caballero.

En junio de 2017, sus vecinos le rindieron un merecido homenaje de agradecimiento por todo lo que había hecho por el pueblo. Al acto que se celebró en el albergue de Puntas de Calnegre asistieron unas 250 personas.

El Pleno del Ayuntamiento de Lorca, por unanimidad, en noviembre de 2017, le otorgó el Diploma de Servicios Distinguidos de la ciudad que anualmente concede el Consistorio lorquino. Para el acto de entrega que se celebró en el teatro Guerra, escribió la siguiente poesía: Ramonete siempre ha sido/ tierra de paz y nobleza/ donde luché sin pereza/ para sentirme querido/. Hoy me han hecho distinguido/ en este acontecimiento/ y doy mi agradecimiento,/ con mis sentidos cabales/ al alcalde y concejales/ del Ilustre Ayuntamiento.