La Asociación Valenciana de Empresarios de Cine y la Federación de Entidades de Empresarios de Cine de España han pedido que se permita comer y beber en las salas después de que el Tribunal Superior de Justicia de la C. Valenciana ratificara su prohibición a causa de la pandemia. "¿Por qué se establece ese abandono hacia las salas de cine? ¿Por qué en un sitio interior si y en otro no?, y por desgracia para el sector, para la viabilidad del futuro del sector, no hemos recibido ningún argumento técnico ni científico por parte de los responsables de Sanitat que avale esa decisión. No lo entendemos", han expresado las dos entidades en un comunicado firmado por sus presidentes, Antonio Such (Avecine) y Juan Ramón Gomez Fabra (Fece).

"Se nos han trasladado distintos inconvenientes para volver a permitir el consumo en una sala de cine y todos son fácilmente rebatibles, y por supuesto, ningún de carácter científico o técnico. En primer lugar, que la duración de una película es mayor a la de una comida, algo que no es cierto o que al menos dependerá del tipo de comida. Degustar una buena paella no lo puedes hacer en media hora, comer una hamburguesa puedes tardar cinco minutos. Por otro lado, que comer palomitas es una excusa para quitarse la mascarilla durante dos horas, falso, y que no se puede supervisar el correcto uso de la mascarilla en un cine, falso. Las salas de cine no solo realizan una fuerte labor de comunicación para que se respeten las normas dentro de la sala, con un altísimo grado de cumplimiento entre nuestros espectadores, sino que además el personal realiza rondas de supervisión y control de las salas para asegurar que las normas se cumplen en todo momento", continúan.

"La conclusión es clara: una sala de cine ofrece un entorno con un mayor control sobre los espectadores, con nula interacción social y es una actividad silenciosa que minimiza la emisión de aerosoles. Pero Sanitat mantiene la prohibición. No lo entendemos. Es difícil entender una negativa constante, independientemente de los argumentos que se expongan, sin recibir ningún criterio científico que avale la decisión, con incidencias acumuladas de la pandemia por encima de 250 (noviembre 2020) o por debajo de 50 (desde marzo 2021), y sin establecer ningún horizonte, ni a corto ni a largo plazo, sobre qué condiciones se tendrían que cumplir para poder volver a permitir el consumo de alimentos en los cines", concluyen. 

EL TSJ justificó su decisión ante la gravedad del momento, sirviéndose del informe aportado por la Generalitat sobre los estudios científicos que constatan un aumento del riesgo en la trasmisión en función del uso permanente de la mascarilla, el distanciamiento social y la ventilación.

Está expresamente prohibida la redistribución y la redifusión de este contenido sin su previo y expreso consentimiento.El fin de la tercera ola ha permitido la reapertura de algunas de las salas de la ciudad, como los Babel, los Yelmo o los Cinesa.