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La eterna elegía de Francisco Brines

La Universidad de Alcalá inaugura hoy la exposición de homenaje al Premio Cervantes, el día que estaba prevista la ceremonia de concesión del mejor galardón de las letras castellanas, anulado por la salud del poeta

La eterna elegía de Francisco Brines

Francisco Brines había escogido para hoy el traje azul que estrenó para recibir la Alta Distinción de la Generalitat. Su salud le ha impedido acudir a Alcalá de Henares para la tradicional ceremonia de la entrega del Premio Cervantes que coincide con el Día del Libro. El acto se anuló hace semanas, pero su obra y su espíritu sí que estarán en la ciudad donde nació Miguel de Cervantes.

La exposición «Francisco Brines: la certidumbre de la poesía» de homenaje al poeta por su Cervantes 2020 se inaugura esta mañana en el rectorado de la Universidad de Alcalá. Una muestra comisariada por Àngels Gregori que es un recorrido visual por la figura del autor de ‘Las brasas’.

Fotos y poemas inéditos se mezclan con la cronología de la tarea poética de Brines, «que durante más de medio siglo de escritura ha dejado testimonio en algunas de las más memorables páginas escritas en lengua castellana», dice Gregori.

«La exposición comienza con la fotos de la boda de sus padres y sigue con fotos de su infancia y adolescencia», cuenta la directora de la Fundación que lleva el nombre del poeta de L’Elca.

Fue en la casa familiar de esa gran finca rural de Oliva donde «tuvieron lugar los mejores momentos de su infancia, donde amó y fue amado, el espacio de la emoción aún contenida al contemplar la intensidad de la naturaleza y los modos de la luz», escribe Gregori.

Precisamente fue en L’Elca donde recibió el pasado 16 de noviembre la llamada del ministro de Cultura para anunciarle que era distinguido con el más alto reconocimiento de las letras castellanas. Será José Manuel Rodríguez Uribes quien inaugure la exposición patrocinada por el Ministerio de Cultura, la Generalitat, el Ayuntamiento de Oliva y la Fundación Francisco Brines.

El trabajo de Àngels Gregori ha sido intenso estos últimos meses, ya que los manuscritos, correspondencia, fotografías y otros objetos personales estaban dispersos. Se muestran fotos inéditas, Brines con su familia, en el colegio de los Jesuitas en València, en el servicio militar, en su juventud y con sus primeros amigos poetas, José Olivio Jiménez, Carlos Bousoño, Caballero Bonald o Félix Grande.

Poemas iniciales

También originales desconocidos, como sus primeros poemas cuando tenía solo catorce años, escritos en cuadernos de apuntes. Recogidos a los veinte años en ‘Dios hecho viento’, donde Brines alude a una de sus primeras crisis existenciales que lo distanciaran de lo sagrado.

«‘Dios hecho viento’ quedó completamente inútil», dijo Brines a Levante-EMV en la entrevista publicada el domingo. En la exposición se ve el manuscrito de un poema titulado ‘Dios estaba solo’, de 1949.

Sus primeras visitas a Velintonia, la casa de Vicente Aleixandre, una relación clave en la vida y obra de Brines, pues fue el Premio Nobel quién le aconsejó como ordenar su primer libro de poemas ‘Las brasas’ que ganó en 1959 el Premio Adonáis -«una obra que escribió quemándose las manos», apunta Gregori-.

La correspondencia centra uno de los aspectos más destacados de la exposición. Las cartas de Aleixandre, Cernuda y Gil de Biedma demuestran como un Brines con treinta años se ha convertido en un poeta clave en la poesía del momento tras la publicación de su primer libro.

La directora da la Fundación Francisco Brines ha encontrado varios poemas inéditos, que también se exhiben y que se recogerán en el catálogo, que además de la introducción de Àngels Gregori cuenta con textos de Carlos Marzal, Fernando Delgado y Vicente Gallego.

La máquina de escribir

La entrada de la exposición está presidida por una gran foto del poeta de Oliva de Jesús Císcar y la máquina de escribir de Brines, la que siempre le acompañó en sus distintos domicilios de Madrid y donde mecanografiaba todos sus versos. Además su famoso teléfono negro, asimismo retratos del autor de ‘El santo inocente’ realizados por Ramón Gaya y Carmen Calvo.

«Francisco Brines: la certidumbre de la poesía» estará en la Universidad de Alcalá hasta el próximo 2 de julio. La Generalitat, a través de la dirección general de Cultura y Patrimonio, ha adquirido la producción de la exposición para que se pueda ver en distintas poblaciones valencianas y en la Feria del Libro de Frankfurt del próximo octubre.

«Días de Octubre sereno / en la almazara; las olivas y el ramo / y bajo el peso de la piedra grande / el zumo deshecho dorado». Son los últimos versos de un poema inédito de Francisco Brines, que ha sido lo siempre quiso ser, poeta. Uno de los mejores.

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